Kuroo era atractivo, tanto, que su físico llamaba la atención de muchas chicas en la universidad. El voleibol no era el deporte predilecto, de hecho tenía pocos fans pero, las gradas siempre estaban llenas desde que kuroo entró al equipo, más desde que era el capitán.
Cuando lo conoció Akaashi en el instituto, le pareció un chico amigable, era cierto que tenía un don para conseguir que todo el mundo hiciera lo que él quería. Le apodaban el "experto de la provocación" y era cierto, aunque la mayoría de las veces, usaba esa "provocación" con el fin de ayudar a todos en su equipo a mejorar. Solía conseguirlo sin apenas esfuerzo o parecía desde fuera que no le costaba demasiado. Quizá sí le costaba aunque no lo aparentase. Ser capitán no debía ser fácil. Tenía mucho peso sobre sus hombros pero él nunca lo demostraba.
Akaashi siempre vio a Kuroo de esa manera: extrovertido, divertido, paciente y sensato, era un chico inteligente y agradable. Nunca ponía malas caras, no decía palabras malsonantes, no solía enfadarse y era amigable con todo el mundo. Incluso para rechazar a las chicas era una persona que medía sus palabras en un intento por no ser nada brusco y quedar bien con ellas, pero... lo que pocos sabían, es que Kuroo era realmente tímido, sobre todo con las chicas.
Nunca le había visto acercarse primero a una, siempre eran ellas las que le seguían, las que se declaraban o cualquier otra cosa, Kuroo trataba de mantener las distancias y a veces, hasta se sonrojaba demasiado. Le costaba rechazarlas por miedo a herir sus sentimientos, aunque lo hacía de la forma más suave posible.
Su carácter no ayudaba para nada mezclado con su físico. Cada vez venían más chicas a las gradas del campo. Aakashi sonrió al ver el campo lleno cuando sólo era un entrenamiento. Era evidente que todas estaban allí sólo para ver a su capitán.
No podía negar que estaba un poco incómodo con esa situación. No eran celos ni nada parecido, simplemente, era una incomodidad propia de ver la situación. Su estómago se apretaba y sus entrañas sentían un cosquilleo extraño cuando escuchaba las voces de las chicas gritando el nombre del chico que le gustaba a él, o cuando sacaban fotos con sus teléfonos. Era... raro pero no podía evitar la situación.
Lo más fácil habría sido decir que Kuroo salía con alguien, claro que sí, pero eso habría supuesto el final para uno de los dos en cuanto al equipo. Uno tendría que dejarlo y no querían hacer eso, así que, el secreto debía continuar.
Durante los entrenamientos, Kuroo apenas le prestaba atención, al menos no más que al resto. Como buen capitán, estaba con todos ayudándoles, no por ser su "novio secreto" podía gozar de tenerle unos minutos más a su lado, para nada. Kuroo se tomaba muy enserio su puesto de capitán y eso le convertía en alguien tan valioso para el equipo.
Era fuera de los entrenamientos cuando finalmente, Kuroo siempre le dedicaba más minutos de su tiempo a él.
Las últimas semanas, estudiaban juntos, ya fuera en el cuarto de Kuroo o en el de Akaashi. A veces bajaban a por unas bebidas juntos, o iban a por la cena. Tenían la excusa de que estaban entrenando o estudiando para algo. Nadie sospechaba demasiado y menos, porque Kuroo muchas veces, hacía esos mismos rituales con Kenma, su mejor amigo y compañero de habitación. No había motivos para sospechar de una inocente cena cuando seguían encerrados en el cuarto estudiando.
Aunque sonase extraño, la mayoría de las veces, estudiaban, era completamente cierto, pero algunas otras... no estudiaban precisamente o al menos, no durante todo el tiempo que estaban allí encerrados.
Aakashi que se encontraba tumbado en la cama boca abajo leyendo el temario de su libro, desvió un segundo la mirada hacia el lateral. Kuroo estaba sentado en el suelo, con la espalda apoyada contra su cama y estudiaba. Parecía muy concentrado. Subrayaba algunas líneas con un lápiz.
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El hijo del decano (Haikyuu: Kuroo- Akaashi)
FanficUna fiesta de San Valentín para solteros en la universidad les condujo a una noche de pasión desenfrenada. Pero para lo que no estaban preparados, era para afrontar los sentimientos que vendrían después y que les llevaría a un quebradero de cabeza...