Capítulo 2: Mayo

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Una vez que la luz del fastidioso sol molestó los ojos morados de Beelzebub, se dio cuenta de que se había despertado antes de que su alarma sonara, se sentía la cama un poco vacía al no estar su pareja.

Sin más, se dispuso a arreglarse e ir a tomar aquella horrible conferencia después de todo no era nada que no pudiera leer en un libro.

Detestaba tener que estar rodeado de gente.

Se preparó su café más amargo que su propia vida en soledad y salió con el en su termo con la típica frase "Estoy aquí porque me obligaron".

—Como quisiera estar jubilado en estos momentos... —expresó adentrándose en su auto para salir a su tortura. —Recibir dinero sin trabajar para nadie más, eso debe ser lo mejor.

⚡🪰

Por otro lado, Nikola había llegado a un pequeño hotel de 3 estrellas a solo 10 minutos caminando del monte que investigaría, muy conveniente incluso para él.

Al entrar y pedir su reservación, creyó conveniente comer algo y mandarle un mensaje a su novio de que había llegado bien y de que se dispondría a comenzar su tan amada investigación.

—Permítame llevar su mochila, señor. —con una sonrisa, un señor de aparente 60 años se ofreció puesto que era su trabajo. —Sígame y lo llevaré hasta su cuarto, está en el segundo piso.

—Por supuesto. —pensaba en decirle que no había necesidad de que él cargara su mochila, sin embargo, tampoco quería provocar que se sintiera mal, después de todo encontrar trabajo después de los 50 años es complicado.

—¿Vienes de visita? —el hombre preguntó con inocencia, esperando amistar con los inquilinos, una buena relación con sus clientes le aseguraba una buena recomendación. —Nunca lo he visto por aquí.

—Solo es por trabajo, por la ciencia. —Tesla respondió observando la larga barba blanca de aquel hombre ya que no todos podían tener una semejante barba de ese nivel. —No planeo quedarme mucho, unos cuantos días nada más.

—¿Por trabajo dices? Y, sobre todo, ¿Por la ciencia? Debes ser un genio... A mi no se me dan las fórmulas, a mí solo pregúntame cuánto es 1 + 1 y todavía corro el riesgo de equivocarme. —se burló de sí mismo, y es que era verdad, era malo para todo lo que incluyera números.

En cambio, Nikola solo parpadeó un par de veces algo confundido, pero a su vez sonriente. —La ciencia no es divertida si no causa retos.

—Los genios siempre dicen eso, por cierto ¿Cuántos años tienes?

—27 años y en menos de dos meses cumpliré los 28. —respondió el más joven.

—¿Eres soltero?

—¿Eh?

—Porqué puedo presentarte a mi hija, tiene 26 años. —le sugirió.

—Le agradezco, pero actualmente estoy en una relación, si todo avanza bien, nos estaremos casando a finales de este año. —exclamó con una nostalgia inigualable.

—Es una lástima... —se burló el señor. —Bien, llegamos a su habitación, le entrego las llaves y si necesita algo, no dude en preguntarme.

—Gracias.

Una vez solo, sacó su celular y escribió un mensaje a su amado:

"Ya estoy en el hotel".

"Con cuidado".

⚡🪰

—¿Un mensaje del hijo de la luz? —con duda, Hades preguntó sabiendo la respuesta, era más que obvio que sería el novio de su amigo de lo contrario, ni se hubiera molestado en responder dicho mensaje.

—Ya te he dicho que no me gusta que lo llames así, es como si yo llamara a Qin por un apodo no ofensivo. —guardando su celular, Beelzebub respondió, no le importaba que Hades fuera el dueño y director del hospital y por ende su jefe.

—Oh, vamos, sabes que es de cariño, así como tu apodo es Satanás. —se cruzó de brazos.

—¿Cómo que me llaman Satanás? Solo sabía que a veces me llamaban demonio... —sin darle mucha importancia, sacó su cuaderno de notas para así escribir una idea de lo que el conferencista estaba explicando.

—Por lo que me han dicho, es por tu mal genio y brusquedad. —explico Hades sabiendo que a su amigo no le interesaba lo que pensaran de él, en parte era bueno y mientras no ocasionara problemas en el hospital, lo dejaría pasar.

—Supongo que han de creer que sus apodos me quitan el sueño o el hambre. —le dirigió la mirada a su amigo. —¿A qué fecha estamos hoy?

—26 de mayo, mi treintañero amigo. —habló Hades con los brazos cruzados escuchando la información.

—Yo debería estar en este momento con Nikola ayudándolo en su investigación de campo y no en una conferencia que me sé al derecho y al revés, si me preguntas, soy capaz de operar con los ojos cerrados. —habló molesto y es que se estaba aburriendo de escuchar lo mismo de siempre. —Y tengo 33 años para tu información.

—Mmm... La edad no importa ahora. —dirigiendo sus ojos a su sombrío amigo y aún con sus brazos cruzados, prosiguió en un tono fraternal. —Pero me hubieras dicho y te hubiese dado el permiso, después de todo los próximos 5 días son algo flojos para los de tu área.

—¿En serio? —era en esa situación donde Beelzebub apreciaba ser intimo amigo de su jefe.

—Por supuesto, yo no miento. —con una risa satisfactoria, Hades expresó.

—De haberlo sabido, te hubiera pedido el permiso por escrito. —finalizó Beelzebub dándole un sorbo a su café.

El hubiera NO existeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora