La invitación

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Adam despertó más tarde de lo habitual y con una molesta resaca, al ver el reloj se dio cuanta de lo tarde que era y que tendría que salir rápidamente al restaurante donde solía almorzar cada dos domingos con Beth y Harlan, el hombre salto de la cama al baño para preparase, tomó un baño, cambió de ropa y mientras se lavaba los dientes recordó el lindo momento en el que su mano y la de Nigel se tocaron, quedándose así por un largo momento mientras veían las estrellas, Adam miró su mano al sentir como su piel aún hormigueaba por el contacto, como si el calor de Nigel se hubiese quedado impregnado en ella, era extraño, pero agradable

☆☆☆

Al llegar al restaurante se encontró con Beth,  Harlan y la mesa servida, ellos al verlo sonrieron dejando sus expresiones confundidas

- Adam, por fin llegas - le dijo Beth en un tono de preocupación - estábamos pensando en llamarte, no es común que te retrases -

- lo siento - dijo sentándose en la mesa, la misma de siempre en la misma silla - ayer salí hasta tarde y hoy me quedé dormido, también tengo un poco de resaca -

Harlan y Beth se miraron con los ojos abiertos ¿Adam había salido de noche y había bebido? Eso sí que era una novedad

- ¿entonces saliste? - pregunto Harlan curioso - ¿cómo en una cita?  -

- no fue una cita, solo salí con Nigel a beber una copa, que se volvieron varias, a decir verdad, estuvimos hablando por un rato, luego salimos y al ser temprano todavía fuimos al planetario, fue increíble, pero salimos más tarde de lo normal, me dormí tarde y por eso me retrase, de nuevo, les pido una disculpa -

Mientras Adam tomaba del vaso de jugo de naranja previamente puesto para él, Beth y Harlan lo miraban fijamente, Harlan con sorpresa pero una sonrisa en el rostro y Beth también sonreía, pero de forma tensa, apretando los labios, no tardo mucho en preguntar

- ¿saliste con Nigel? -

- si, eso acabo de decir -

- pero Adam...dijiste que sabias que no te podías relacionar con tus pacientes o sus familiares, eso podría hacerte quedar mal, o bueno, a tu ética laboral  -

- solo salimos como amigos -

- pero...-

- Beth, esta bien - la interrumpió Harlan - solo fue una charla de copas, no creo que le vayan a quitar la licencia a Adam solo por tener una buena relación con el padre de uno de sus pacientes -

- sigue sin parecerme apropiado - dijo mientras apuñalaba suavemente su ensalada de frutas

- me llevo muy bien con la señora Vizla, la señora King y el señor Jean, ellos también son padres de mis pacientes y nunca habías dicho nada de ellos, Beth -

Beth suspiro, no podía seguir siendo sutil

- Adam, cariño...mi preocupación viene de que tal vez tu no lo notes, pero es muy obvio que ese tal Nigel quiere más que tu amistad -

- tú...¿lo crees? -

Pregunto pensando en su mano junto a la de Nigel, el pensamiento lo hizo sentir como sus entrañas se revolvian, la gente solía referirse a eso como "mariposas en el estómago"

- no solo lo creo ¡estoy segura! Mira, no quería decirte nada de esto, pero la vez que cenamos juntos en tu casa, él fue muy grosero conmigo, me preguntó si estaba "Marcando territorio" o algo así -

- ¿enserio? - pregunto Harlan

- ¡si! Es que señor Harlan, si lo conociera entendería por que no es una buena influencia para Adam, ni como amistad ni como nada, es un hombre muy...tosco, grosero -

El origen de las estrellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora