El origen de las estrellas

Confianza

Adam apago todas las luces, se sentó en su sillón y encendio el proyector qué se encontraba a su lado, en un instante la habitación se lleno de cientos de estrellas y galaxias, estrellas fugaces que pasaban de un lado a otro y coloridas nebulosas, Adam se recostó en el sillón para apreciar mejor las constelaciones

Cada vez que tenía un mal día, encendía el proyector y se quedaba contemplando universos hasta por horas, eso lo ayudaba mucho a tranquilizarse y evitar la ansiedad, no es que ese día hubiera sido todo malo, no, incluso tuvo buenos momentos, pero el pensar en su padre lo había vuelto melancólico, aunque los brazos de Nigel a su alrededor también lo habían calmado mucho

Nigel

Adam sonrió al recordar como lo había abrazado en el baño, no le pregunto nada ni trato de hablarle, solo se quedo en silencio por varios minutos envolviendolo en sus brazos, Adam abrazo un cojín contra su pecho, en ese momento su mente se había puesto en blanco, toda tristeza y ansiedad habían desaparecido con su toque, había sido mágico, había sido como ver las estrellas, Adam se cubrió las mejillas rojas con el cojín, para él, ver las estrellas tenía el mismo efecto que los abrazos de Nigel

☆☆☆

- ¿Y que pasó en el baño? -

Pregunto nada sutil Darko a Nigel mientras estaban sentados frente a la televisión, aprovechando que Mikahil tomaba su siesta de la tarde

- ¿que paso de que?

- tardaron bastante ahí...¿tuvieron sexo?

- ¿que? ¡Claro que no! No era ni el momento ni la lugar

- ¡mírate a ti diciendo eso! Tu que todo problema lo arreglabas cogiendo en cualquier lugar

- eso fue antes...cambie por si no lo has notado, no como tú

- ¿yo?

- si, TU...no creas que no vi como le coqueteaste a la bruja de Beth, tu si que no cambias, todavía llendo tras la primera falda que se te cruza

Darko solto una sonora carcajada

- ¡no estaba coqueteando! Solo fui caballeroso

- ¿caballeroso tu? Ja ¿de cuando acá? Te conozco lo suficiente para saber que no a cualquiera le besas la mano y le recorres la silla para que se siente

- bueno, ya, me atrapaste...sabes que no me le resisto a las morenas, y dirás lo que quieras de Beth, pero fea no es

- pero es una... - Nigel se detuvo un segundo, recordó que Mikahil estaba durmiendo y siguió - Perra, es una maldita perra ¿notaste como tocaba a Adam?

- solo le toco el brazo dos veces

- ¡¡dos veces!! A Adam no le gusta que lo toquen, son muy pocas las personas a las que se los permite y esa maldita se aprovecha de eso

- ¿Cómo?

- Tocándolo frente a mi para retarme

- ¿no crees que estas exagerando? De todas formas tu tuviste al doctorcito un buen rato en el baño, puede que no hayan tenido sexo, pero estoy seguro de que algo hiciste

Nigel recordó a Adam tembloroso y sollozante en sus brazos, al verlo así lo único que le paso por la mente fue cuidarlo de todo mal en el mundo, protegerlo y amarlo hasta el fin de sus días, la única vez que había sentido algo similar fue la primera vez que cargo a Mikahil entre sus brazos

- no exagero...falta que la conozcas más para que veas la clase de mustia qué es realmente

- Ajá