Enamorado del sustituto

12. Castigo

Gu Qingzhou apretó los dientes y dijo: "Susu, no tienes que ser tan amable. Si te golpea, tenemos que contraatacar".

¿"Tenemos" Por qué en plural?

Los ojos de fénix de Pei Suyue estaban llenos de impaciencia. Observó en silencio el rostro de Su Yichen y descubrió que el rostro de la otra persona se estaba volviendo cada vez más frío. Pei Suyue esbozó una sonrisa perfecta: "Qingzhou, está bien, está bien, solo estábamos bromeando. No es bueno que seas tan impulsivo".

Gu Qingzhou frunció el ceño y miró a Su Yichen.

Su Yichen bajó la mirada: "¿Pueden salir? Tengo que preparar la cena".

"Vamos."

Pei Suyue persuadió y empujó a los tres jóvenes que querían defenderlo fuera de la cocina. Se volvió para mirar a Su Yichen.

Su Yichen no lo miró y comenzó a lavar las verduras.

Pei Suyue miró hacia atrás con desesperación.

Gu Hanzhou no regresó esa noche, por lo que solo unas pocas personas cenaron juntas.

Se dice que el Grupo Gu se ha enfrentado a un ataque sin precedentes de una fuerza desconocida y que la red de la empresa está al borde del colapso. Todo el personal técnico interno de la empresa está trabajando horas extras para reparar y bloquear esta fuerza desconocida. Gu Hanzhou también perdió cientos de millones de proyectos debido a este incidente, por lo que Gu Hanzhou no volverá durante este período.

Esa noche.

Pei Suyue está aquí de nuevo.

Su Yichen no dormía. Miró a Pei Suyue, que había cogido la colcha del armario y la había extendido en el suelo. De repente, se levantó y encendió la luz.

Los ojos grandes miran a los ojos pequeños.

Su Yichen se burló y dijo: "Pei Suyue, Gu Hanzhou te preparó el dormitorio principal. Si no duermes en una cama tan cómoda, vendrás a mi pequeño lugar todos los días para arreglar el piso. ¿Estás bien?"

Pei Suyue ya había tendido la cama y estaba sentado con las piernas cruzadas en el suelo. Sus ojos auspiciosos brillaban solo cuando miró a Su Yichen. Sus ojos oscuros y húmedos eran como los del cachorro más leal que suplica el amor de su dueño.

Sonrió y dijo: "El nido dorado y plateado no son tan buenos como la caseta para perros que me dio Su Sú".

Su Yichen ya no quería decir nada más. Apagó la luz y se fue a dormir. Fingió Pei Suyue en el suelo no existía.

"Buenas noches, Susú."

La voz de Pei Suyue sonaba particularmente hermosa en la noche tranquila, y su tono pegajoso y suave hacía que el oyente se sintiera entumecido por completo.

Su Yichen se tocó la herida de la mordedura en el cuello y dijo con cara oscura: "No te subas a la cama mientras estoy dormido".

Pei Suyue estaba acostada de lado, aprovechando la luz de la luna para mirar a Su Yichen en la cama. Siempre obedecía las peticiones y órdenes de Su Yichen: "Está bien, Su Sú".

La noche pasó rápidamente.

Durante el día, Gu Qingzhou y los otros tres fueron a jugar a la pelota nuevamente. Gu Hanzhou todavía no pudo regresar debido a asuntos de la empresa, y una vez más, solo Pei Suyue y Su Yichen quedaron en la familia Gu.

Su Yichen siempre había desconfiado mucho de Pei Suyue. Incluso si Pei Suyue le mostraba amabilidad, sentía que Pei Suyue debía estar engañándolo por Gu Hanzhou.