Enamorado del sustituto

31. La luz de luna finge estar enfermo

La noche pasó.

Su Yichen se levantó temprano, se vistió, empacó sus cosas y se preparó para regresar a casa. Mientras limpiaba, dijo: "El médico le pidió que se quedara en el hospital durante unos días para observación. Durante este tiempo, no debe salir a caminar. Yo me iré a casa primero".

Pei Suyue esperó a que terminara de limpiar, luego puso sus brazos alrededor de la cintura de Su Yichen y lo miró: "Su Sú, mientras quieras dejar la familia Gu, sacrificaré mi vida para acompañarte en cualquier momento".

El rostro de Su Yichen estaba lleno de líneas negras: "No lo digas como si fueras a morir por tu amor".

Los ojos de Pei Suyue se iluminaron: "Sería lindo morir enamorado de Su Sú".

"Vete" Su Yichen lo apartó. "Quiero vivir hasta los 99 años y disfrutar de la vida. No me digas palabras deprimentes".

Pei Suyue ahora es un perro agraviado: "Entonces viviré con Su Sú hasta que tenga 99 años".

Su Yichen lo miró y dijo: "Me voy".

No se sentía cómodo dejando a Pei Suyue solo allí.

Pei Suyue se inclinó hacia delante nuevamente y dijo con una leve sonrisa: "Quiero un beso de despedida".

"Espera un minuto". Su Yichen estiró su dedo índice y tocó suavemente los labios de Pei Suyue. Miró el fascinante lunar rojo en forma de lágrima al final de los ojos de Pei Suyue y dijo: "No puedes ser dada de alta del hospital a menos que el médico te lo permita. Tienes que ser obediente antes de que lo permita".

Este es el maestro dando instrucciones sobre las reglas del juego.

Pei Suyue respiró rápidamente y sus pupilas oscuras se volvieron aún más oscuras. Incluso si sentía picazón en ese momento, se volvió obediente y complaciente ante las instrucciones de Su Sú. Se rió entre dientes y dijo: "Está bien, seré obediente y me curaré en el hospital". Ya no estare enfermo, la próxima vez que nos veamos, Su Sú quiero besarte".

Su Yichen dio medio paso atrás, levantó la cabeza y lo miró: "Eso depende de mi estado de ánimo".

Está claro quién tiene el control y quién se rinde.

Pei Suyue no se quejó en absoluto y observó la partida de Su Sú con sus hermosos ojos oscuros.

La llamada telefónica llegó.

El asistente Jin dijo con una voz femenina inusualmente mecánica y fría: "Se ha descubierto el contenido específico del acuerdo entre la familia Gu y el Sr. Su. El documento ha sido enviado a su buzón, por favor revíselo".

"Está bien". Pei Suyue seguía sonriendo. Hizo clic en el archivo y vio el contenido. Su rostro era inescrutable y la sonrisa loca en sus ojos se hizo cada vez más profunda. Los ojos de fénix se alzaron levemente y una emoción inexplicable llenó su mente: "¿Dos años... de acuerdo?"

...

"¿Dónde diablos te quedaste toda la noche?", preguntó Gu Hanzhou con frialdad cuando vio a Su Yichen aparecer en la puerta de la casa de Gu. Un fuego desconocido llenó su corazón".

"No fui a ninguna parte". Su Yichen llevó su mochila y entró.

"Su Yichen, ¿cuál es tu actitud?" Gu Hanzhou lo agarró de la muñeca, lo atrajo hacia él y rugió en voz baja.

"No". Su Yichen bajó la cabeza y dijo enojado: "De todos modos, a los ojos del señor, solo soy un ladrón".

Gu Hanzhou se atragantó por un momento y supo que lo había culpado erróneamente primero, pero ¿cómo podría asustarse por un dispositivo que había levantado? "Ya me disculpé contigo, ¿qué más quieres? Además, yo no instigué ese incidente".