Love Me, Just Give Me a Kiss [Spruan] Mpreg

5

"¿Gustar gustar? O no más un ¿Me gustas?"

Por alguna razón, esa pregunta me deja sin palabras. No debería ser difícil responderle, pero la forma en la que lo dice, tan casual, me descoloca. Siento que mi cerebro se apaga por un segundo.

— Me gustas, Juan. Me gustas de verdad – finalmente logro decir, mirando hacia el lago, tratando de mantener la compostura. El viento hace que las flores a nuestro alrededor bailen suavemente, creando un ambiente que en cualquier otra situación sería perfecto.

Pero ahora mismo, todo parece estar suspendido en el aire, esperando su respuesta.

— Spreen – comienza, su tono un poco más suave de lo habitual – No me esperaba esto. Quiero decir, siempre bromeamos y todo eso, pero nunca pensé que...

— No bromearía con algo así – lo interrumpo, girándome para mirarlo a los ojos. Necesito que sepa que esto no es una de nuestras habituales idas y venidas. Esto es real.

Él baja la mirada por un segundo, jugando con una pequeña piedra en el suelo antes de volver a mirarme.

— Me has tomado por sorpresa – admite, soltando un suspiro – Y no sé si estoy listo para... ya sabes, todo esto. Es mucho de golpe.

Siento cómo algo dentro de mí se tambalea. Es normal que no lo vea venir, claro, no soy del tipo que se muestra vulnerable. Pero escucharlo decir que no está listo me hace sentir una punzada de miedo.

— No te estoy pidiendo que decidas ahora – digo, tratando de sonar calmado, aunque por dentro estoy en un torbellino – Solo quería que lo supieras. No quiero que esto quede en el aire, como algo de lo que nunca hablamos.

Juan asiente lentamente, pero no dice nada. Lo veo procesar mis palabras, y por un momento temo haberlo perdido, que todo se vuelva incómodo entre nosotros a partir de ahora. Pero entonces levanta la cabeza y me mira con una expresión que no logro descifrar.

— Eres un pendejo – dice, pero lo hace con una media sonrisa – Pero eres un buen pendejo.

Me río, aliviado, aunque sigo sin saber bien qué significa eso.

— Eso quiere decir que... – empiezo a preguntar, pero él me interrumpe.

— Eso quiere decir que... tal vez podríamos ver a dónde lleva esto – responde finalmente, inclinándose hacia atrás, apoyándose en sus manos y mirando hacia el cielo – Sin prisas, sin expectativas. Solo... nosotros.

Sus palabras me sorprenden, pero en el buen sentido. No esperaba una respuesta tan directa, tan abierta, viniendo de él. Me quedo mirándolo por un momento, tratando de asimilar lo que acaba de decir.

— Me parece bien – respondo finalmente, sintiendo cómo una especie de calma se instala en mí – Nosotros, sin prisas.

Nos quedamos en silencio por un rato, simplemente disfrutando de la tranquilidad del lugar. Es extraño, pero este silencio no se siente incómodo. Es más como una tregua, un momento para ambos asimilar lo que acabamos de acordar.

— Oye, Spreen – dice de repente, rompiendo el silencio – ¿Me comprás más de ese pastel de chocolate?

Me río, agradecido por la ligereza en su tono.

— Claro. Pero no te acostumbres, no soy de esos que andan comprando pasteles a cada rato.

— Ay no, cómprame dos rebanadas entonces – responde, y me doy cuenta de que su sonrisa, aunque pequeña, es genuina.

Y en ese momento, sentado junto al lago, con flores rodeándonos y un futuro incierto delante de nosotros, me siento... bien. Tal vez por primera vez en mucho tiempo, siento que estoy en el lugar correcto, con la persona correcta, aunque no tenga idea de lo que vendrá después. Pero eso está bien. Porque, por ahora, tenemos tiempo.