Extra 2

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Kris estaba disfrutando de una tarde soleada en el parque, lamiendo con alegría un helado de fresa. Caminaba cerca de los columpios cuando dos chicos mayores se acercaron y le arrebataron el helado de la mano.

Kris: (molesto) ¡Hey! ¡Devuélvanme mi helado!

Uno de los adolescentes, un muchacho alto con una gorra de béisbol, se rió y le dio un empujón a Kris, haciéndolo caer al suelo.

Adolescente con gorra: ¿Y si no? ¿Qué vas a hacer, enano?

Kris sintió las lágrimas brotar y empezó a llorar, gritando con desesperación.

Kris: ¡Papá!

Los adolescentes se rieron a carcajadas, pero sus risas se congelaron cuando sintieron una mano firme en sus hombros. Al darse la vuelta, vieron a Chara, su mirada oscura y asesina fija en ellos.

Chara: (con voz gélida) ¿Quién se atreve a molestar a mi hijo?

Los adolescentes tragaron saliva, sintiendo el peligro emanando de Chara. Antes de que pudieran reaccionar, Chara los levantó del suelo con una fuerza inesperada y los llevó hacia un rincón del parque fuera de la vista de otros.

Chara: (amenazante) Si alguna vez vuelvo a verlos cerca de mi hijo, desearán no haber nacido.

Unos minutos después, Chara regresó con Kris, quien estaba recogiendo su helado del suelo. Chara le dio un abrazo tranquilizador y lo ayudó a levantarse.

Chara: (suavemente) Vamos, hijo. Vamos a la tienda a comprar lo que tu madre necesita para la cena.

Kris asintió, secándose las lágrimas y sintiéndose más seguro con su padre a su lado. Mientras caminaban hacia la tienda, Chara le compró otro helado a Kris, esta vez asegurándose de que nadie más pudiera arrebatárselo.

Mientras tanto, los dos adolescentes estaban golpeados y adoloridos dentro de un contenedor de basura detrás del parque. Ambos se lamentaban y se arrepentían profundamente de haberse metido con el niño equivocado.

Adolescente con gorra: (quejándose) ¿Qué demonios fue eso? ¿Quién es ese tipo?

Segundo Adolescente: (adolorido) No lo sé, pero definitivamente no quiero volver a verlo nunca más.

Chara y Kris llegaron a la tienda y empezaron a comprar los ingredientes que Frisk había pedido para la cena. Chara estaba tranquilo, pero mantenía una vigilancia constante sobre su hijo, asegurándose de que nada más ocurriera.

Kris: (tímidamente) Papá, ¿qué les hiciste a esos chicos?

Chara le sonrió con calidez, tratando de aliviar la tensión en su hijo.

Chara: (suavemente) Solo les di una lección sobre cómo comportarse. Nadie se mete con mi hijo y sale impune.

Kris asintió, sintiéndose agradecido y seguro con su padre. Continuaron haciendo las compras, y cuando llegaron a casa, Frisk los recibió con una sonrisa.

Frisk: (contenta) ¿Cómo les fue en el parque?

Kris miró a su madre y luego a su padre, sonriendo.

Kris: (feliz) Fue un buen día, mamá.

Frisk miró a Chara con curiosidad, pero él solo se encogió de hombros y sonrió. Sabía que Kris estaba a salvo y eso era lo único que importaba. Mientras preparaban la cena juntos, Chara se aseguró de que Kris supiera que siempre estaría allí para protegerlo, sin importar qué.

˜"*°• 𝔼𝕤𝕔𝕒𝕡𝕒𝕟𝕕𝕠 𝔻𝕖 𝕃𝕒 ℝ𝕖𝕒𝕝𝕚𝕕𝕒𝕕 •°*"˜ [ℂ𝕙𝕒𝕣𝕚𝕤𝕜] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora