"MIO Y DE NADIE MAS "

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¡¡Advertencia ⚠️!! Temas de violencia y totura si eres sensible no leer.

Una semana había pasado desde que Jimin y Jungkook recibieron la emocionante noticia de que esperaban seis bebés. Habían pasado los días comprando ropa, cunas, biberones y todo lo necesario, sin notar que olvidaron averiguar el sexo de los bebés. La mansión JeonPark estaba llena de alegría y preparación.

Hoy era el día de la cacería familiar, una tradición que ambas familias esperaban con ansias. Sin embargo, Jimin estaba en su habitación, mirándose en el espejo, cuando sintió una presencia familiar.

—Necesitas salir —dijo una voz que resonó en su mente.

Era Fénix, el lado oscuro y asesino de Jimin, que había estado durmiendo desde que se enteró del embarazo.

—No harás nada —respondió Jimin firmemente—. No te dejaré salir.

Fénix sonrió con malicia y respondió:

—Lo siento, Jimin, pero no tienes opción. La ansiedad de no matar me está consumiendo. Y parece que nuestros cachorros están consumiendo mucha de nuestra energía es por ello que no puedo mantenerme en silencio.

Jimin sintió un escalofrío. Sabía que Fénix tenía razón en cierta medida; había estado sintiendo una creciente inquietud, una necesidad de liberar la tensión acumulada.

—Sé lo que sientes —continuó Fénix—. La presión, la necesidad de proteger y, sí, de destruir para mantener el equilibrio. No puedes negarlo.

—Pero no puedo permitir que nos pongas en peligro —replicó Jimin, tratando de mantener el control—. No ahora, no con los bebés.

—Los bebés estarán bien —dijo Fénix con un tono más suave—. Pero si no hacemos algo, podríamos hacerles más daño. Necesito salir, aunque sea solo una vez.

Jimin cerró los ojos, luchando internamente. Podía sentir la verdad en las palabras de Fénix, pero el miedo y la preocupación por sus bebés lo mantenían firme.

—Te prometo que seré cuidadoso —insistió Fénix—. Solo necesitamos un poco de liberación. Hyo Seop ya está listo para ayudarnos. Todo estará bajo control.

—¿Y si algo sale mal? —preguntó Jimin, abriendo los ojos—. ¿Y si lastimo a mis bebés?

—Confía en mí, Jimin —respondió Fénix—. Lo haré rápido y regresaré. Necesitamos esto.

Jimin suspiró, sintiendo cómo la resistencia se desvanecía. Sabía que Fénix tenía razón, y su propio cuerpo anhelaba la liberación.

—Está bien, pero solo esta vez —cedió finalmente Jimin—. Y prometes que serás cuidadoso.

—Lo prometo —dijo Fénix, sonriendo mientras tomaba el control del cuerpo de Jimin.

Con una sonrisa, Fénix marcó el número de Hyo Seop.

—¿Cómo estás? —preguntó Hyo Seop, pensando que era Jimin.

—Prepara las víctimas —ordenó Fénix.

Hyo Seop entendió de inmediato.

—¿Estás seguro? En tu estado...

—Hazlo, o será peor —respondió Fénix, colgando el teléfono.

Se arregló rápidamente y se dirigió hacia la puerta. Justo cuando estaba por salir, Jungkook apareció, sonriendo.

—¿A dónde vas tan bonito, mi querido esposo? —preguntó Jungkook, admirando a Jimin.

Fénix, utilizando la voz de Jimin, respondió

—Voy a pasar un tiempo con el clan asesino.

Jungkook frunció el ceño, preocupado.