Naruto despertó con la primera luz del día, sintiendo una mezcla de emoción y tristeza en su pecho. Hoy era el día en que dejaría Konoha para comenzar su viaje de entrenamiento con Jiraiya. Mientras se vestía, sus pensamientos volaron a las muchas personas y lugares que iba a extrañar, aunque al mismo tiempo comenzaba a pensar en la posibilidades de su nuevo viaje.
Naruto llegó a la academia ninja temprano esa mañana, más de lo que normalmente lo hacía. Al entrar en el aula, fue recibido con la gran atención habitual de sus compañeros, (Naruto era el más popular de la academia ya que era el más talentoso y además era hijo del 4° Hokage), sin embargo esta vez había algo diferente en el ambiente. Todos sabían que hoy sería su último día antes de partir en un viaje del que nadie sabía realmente nada.
Iruka, siempre atento, había preparado una pequeña ceremonia de despedida para Naruto. "Naruto, ven aquí", llamó Iruka con una sonrisa cálida mientras sostenía un pergamino en la mano. "Quiero darte esto como un recuerdo de tus días en la academia."
Naruto se acercó, sus ojos brillaban con gratitud mientras tomaba el pergamino. "Gracias, Iruka-sensei. Esto significa mucho para mí," dijo feliz.
Iruka asintió, dándole una palmada en el hombro. "Has crecido mucho, Naruto. Estoy muy orgulloso de ti. Sé qué harás grandes cosas."
Después de la pequeña ceremonia, Naruto pasó el resto del día jugando y hablando con sus compañeros de clase. Con algo de tristeza en la mirada de sus amigos se despedía de Sakura, Shikamaru, Sasuke y todos sus amigos, prometiendo volver para demostrarle entonces cuánto había mejorado. "¡No se olviden de mí! ¡Voy a volver más fuerte que nunca!", dijo con una sonrisa desafiante.
"Naruto, no podemos creer que te vayas", dijo Ino, con una mezcla de tristeza y orgullo.
"Sí, pero es solo por un tiempo", respondió Naruto, tratando de mantener el ánimo. "Voy a entrenar duro y volveré más fuerte. Quiero que todos ustedes también se hagan más fuertes."
Shikamaru, siempre el más tranquilo, asintió. "Sabemos que lo harás. Buena suerte, Naruto."
Naruto pasó el resto de su descanso riendo y recordando viejos tiempos con sus amigos, disfrutando de su compañía una última vez antes de partir.
Despues de la academia ninja, en compañía de su madre Naruto se dirigió a Ichiraku Ramen, el que por mucho tiempo había sido su lugar favorito en todo Konoha. Teuchi y Ayame, los dueños del restaurante, ya sabían de su partida y lo esperaban con una sonrisa.
"Naruto, ¡bienvenido!", exclamó Teuchi mientras le preparaba su plato favorito. "Hoy te preparé algo especial."
Naruto se sentó en su asiento habitual, inhalando el delicioso aroma del ramen. "Gracias, Teuchi-san. No podía irme sin comer aquí una última vez."
Mientras comía, Naruto, Kushina y Ayame charlaban sobre sus recuerdos en el restaurante. "Recuerda, Naruto, siempre tendrás un lugar aquí", dijo Ayame, su voz suave y maternal. "Te extrañaremos." Por otro lado Teuchi seguía cocinando para los demás clientes, y cuando terminó se incluyó en la platica.
Naruto sonrió con la boca llena de ramen. "¡Yo también los extrañaré! Prometo volver y contarles todas mis aventuras."
Algunas horas más tarde el sol comenzaba a ponerse cuando Naruto acababa de terminar todas sus maletas. Kushina lo esperaba en la sala de su casa, su expresión una mezcla de orgullo y preocupación. "Naruto, te amo, hijo... ", le susurró, abrazándolo con fuerza.
"Yo también mamá... ¿Y sabes mamá? Hoy fue un buen día", respondió Naruto, tratando de mantener la compostura. "Me despedí de todos."
Kushina lo miró a los ojos, acariciando su cabello. "Estoy muy orgullosa de ti, Naruto. Sé que este viaje te hará más fuerte y sabio. Pero recuerda que yo siempre estaré aquí esperándote."
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El Renacer del Rinnegan: El Legado de Naruto
FanfictionDurante una noche de luna llena, Kushina Uzumaki da a luz a Naruto, quien nace con el poderoso Rinnegan. Mientras el Cuarto Hokage, Minato Namikaze, y su esposa enfrentan el caos tras la liberación del Kyūbi, hacen un sacrificio supremo para protege...