El Caballero de la Muerte (Lector Masculino × Harem)

Curación (+18)

TN conoció a la Bruja Sellen en su viaje por Necrolimbo, una hechicera con un casco de piedra con forma de un rostro y usando una túnica de erudito de color azul fuerte con algunos toques en color rojo. Esta se ofreció a enseñarle magia, sin embargo TN la rechazó, pues el consideraba que sus encantamientos del Culto a los Dragones Antiguos y de la Orden Dorada eran suficiente para él, aunque debía admitir que le dio pena, pues estando ella sola sin muchos aprendices en la actualidad salvo algún que otro sin luz y estando en profundo de unas ruinas TN la consideraba una vida demasiado solitaria.

Ahora había viajado al sur de Necrolimbo, ayudado a un padre y a su hija, visitado una aldea bastante peculiar donde los animales en los alrededores parecían estar poseídos, incluso tenían los ojos envueltos en llamas. Aunque sin duda lo que más le impactó fue el hecho que en las profundidades de unas ruinas cerca de la playa encontró a Sellen atrapada con una especie de cristales celestes.

Pero cómo era posible, la vio hace poco en muy buen estado, por qué ahora estaba atrapada en ese lugar.

—Mmm— escuchó un quejido, —¿ya has vuelto para torturarme?— preguntó Sellen al mismo tiempo que alzaba su cabeza para mirar quién había entrado, llevándose la sorpresa de que no era quien ella creía.

—Lo siento.... te he.... confundido— pronunció con dificultad.

—Qué te ha pasado?— preguntó TN notoriamente preocupado

—Un cazador.... de brujas, me persiguió hasta acá— comentó Sellen tomándose su tiempo para tomar aire y fuerzas, —me devolvió un hechizo y quedé atrapada.... ahora viene en ocasiones a torturarme— dijo para después soltar un largo suspiro.

—Aprendí a proyectarme fuera de mi cuerpo.... para aprender y enseñar magia, un escape de mi realidad— dijo Sellen tratando de aguantar las ganas de llorar.

TN no dijo nada, no sabía qué decir. Aceptaba que no todos compartieran ideales o incluso que no todos le sirvieran al mismo dios, pero la tortura era sin duda algo que repudiaba.

TN solo se acercó a Sellen y le quitó el casco, al hacerlo pudo ver por primera vez su rostro. Piel clara, cabello oscuro y un tanto largo, recogido en un chongo dejando que algunos mechones cuelguen en su cara, además de unos ojos celestes bastante hipnóticos a decir verdad, sin duda, alguien muy hermosa; aunque con muchas cicatrices y sangre seca, sobre todos en las manos, pues era de ahí que los cristales la mantenían atrapada, incluso algunos eran rojizos, resultado de ser cubiertos con la sangre de Sellen.

Sellen estaba asustada, en su estado actual TN podría hacerle cualquier cosa. El cazador jamás intentó nada sexual con ella, —repugnante bruja de mierda— la había insultado hace tiempo. En cambio, TN podría hacer lo que quisiera con ella y esta no podría hacer nada para evitarlo, la desesperación la empezó a invadir, incluso tenía ganas de llorar por la impotencia y el miedo, y terminó haciéndolo aunque no por dichos motivos.

En este punto TN ya se había retirado su casco y un guante, y con su mano desnuda acarició la mejilla de Sellen. El tacto era suave y áspero a la vez; áspero por las llagas que tenía su mano reflejando años empuñando armas, y suave por las intenciones, TN le transmitía seguridad y calma, algo que dejo de sentir hace mucho tiempo cuando tuvo que distanciarse de sus maestros Lusat y Azur.

—Te sacaré de aquí— dijo TN en un tono decidido. Sellen quería oponerse, decirle que la piedra refulgente era demasiado fuerte para romperla, que lo mejor era dejarla ahí, o matarla para evitar que siguiera sufriendo.

Sin embargo, TN no intentó romper por la fuerza la piedra que la mantenía cautiva. La mano que TN mantenía en su mejilla empezó a transmitir un calor agradable y una luz dorada, el propio TN mantenía los ojos cerrados mientras empezaba a sudar, era claro por sus expresiones que estaba haciendo un esfuerzo enorme en cualquier cosa que estuviera haciendo en ese momento. Tras unos momentos más, la piedra refulgente empezó a agrietarse hasta que se rompió, causando un fuerte ruido.