El Caballero de la Muerte (Lector Masculino × Harem)

Prólogo

Godwyn se encontraba observando a través de la ventana en un salón del gran palacio de Leydell, se escucharon las puertas del salón abriéndose y en ese momento entró un caballero dorado, su ejército personal, aunque no sabía si llamar ejército a 10 soldados entrenados por él y Lansseax.

TN, no cualquier caballero, pues este era el comandante de los caballeros dorados, y el más cercano a Godwyn.

—Mi señor, en que le puedo ayudar esta noche?— preguntó TN intrigado, pues no era normal que Godwyn lo llamara a tan altas horas.

—TN— empezó Godwyn aún mirando por la ventana, —el único sin luz que pudo quedarse en las tierras intermedias tras la orden de mi madre, mi más leal guerrero y amigo, hoy, voy a morir— pronunció Godwyn de una manera tan tranquila que dejo en shock a TN, y antes de que este pudiera articular palabra alguna, el semidiós volteo a verlo y prosiguió.

—Mi hermanastra, Ranni, tiene deseos de desprenderse del control de la Gran Voluntad, usando la runa de la muerte para ello, y, llevándose con ello mi vida, como golpe directo a la reina Márika y la Orden Dorada— comentó el semidiós.

Tras el shock inicial, TN pudo articular algo —y usted está dispuesto a ayudarla?—.

Tras una larga charla, en la que Godwyn explicó que Ranni no le había comentado, el lo supo gracias a un espía; y que además no haría nada al respecto pues era necesario un cambio, la Gran Voluntad quería controlarlo todo, su madre había desterrado a sus hermanos menores a las alcantarillas como orden de la Gran Voluntad por ser bendecidos con el Crisol, y Godwyn había servido ya a un cruel propósito durante bastante tiempo.

—Tal vez mi espíritu muera de una forma, pero sin la runa de la muerte en el Anillo de Elden, seguiré aquí, así que su último deber como mis guerreros será hallar la forma de liberarme, amigo mío— concluyó Godwyn.

TN estaba claramente afectado, Godwyn lo había acogido en su ejército personal tras demostrar demonio en los encantamientos de dragón antiguo enseñados por Las Seax, principalmente; el que ahora le pidiera que no hiciera nada ante su inminente muerte era demasiado, sin embargo, él obedecería.

—Muy bien mi señor, si esa es su voluntad, así se hará-— comentó TN tratando de mantener la compostura. —Comunicaré sus órdenes de inmediato, fue un honor servirle, mi señor— concluyó TN, para posteriormente hacer una reverencia y dirigirse con sus compañeros, quienes tras escucharlo, partieron del palacio, esperando el momento adecuado para actuar.

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La reina Márika destrozó el Anillo de Elden tras la muerte de su primogénito, y el reino entero se sumió en una era de violencia y guerras para reclamar el trono ahora libre.

Los caballeros dorados lograron llevar junto con el dragón antiguo y mejor amigo de Godwin, Fortissax, el cadáver Godwyn a las raíces del Árbol Áureo para mantenerlo a salvo, aunque no tomaron en cuenta que la necroplaga infectaría su cuerpo, y a su vez Fortissax terminaría infectado por esta al meterse al sueño de Godwyn otra intentar ayudarlo. La necroplaga fue más allá, y los 10 guerreros de Godwyn fueron reducidos a 8.

En el pecho del cadáver de Godwyn apareció un objeto extraño, una especie de mitad de ciempiés plateado, claramente faltaba la otra mitad.

Los guerreros restantes usaron encantamientos y sus habilidades en herrería para modificar su casco, ahora, este tenía la apariencia de una calavera con un casco dorado, y el símbolo que apareció en el pecho de su antiguo señor sobresalía completo de la parte trasera de su nuevo casco, su armadura la volvieron de un color oscuro con toques dorados, lo único que no modificaron de su equipo fueron sus armas. Ahora serían los caballeros de la muerte, con una única misión, liberar a su antiguo señor, el príncipe de la muerte, Godwyn.

Salvo que al poco tiempo de terminar de modificar su equipo, TN empezó a disolverse en una nube de polvo, claramente a la Gran Voluntad no le gusto que un sin luz quedara en la Tierras Intermedias, y lo terminó por desterrar. TN no sabía si regresaría, pero confiaba en sus compañeros para cumplir la última voluntad de Godwyn.