capitulo 4

41 4 0
                                    

Han transcurrido todas las clases, y en todas me tocaba con Nick, ya que estudiamos la misma carrera. Pero lo raro es que después de literatura, no volvió a presentarse a ninguna, ni siquiera lo vi en el campus ni fuera de este, ni en la cafetería.

Ahora me encuentro caminando por los pasillos de la universidad, dirigiéndome a la salida. Al salir de la universidad, voy de camino a la parada del bus, me siento en la banca a esperar el medio de transporte. De repente siento un escalofrío recorrer mi espina dorsal hasta mi nuca y el miedo me invade. Miro el cielo y lo veo nublado eso me tranquiliza ya que debe ser por el cambio repentino de clima, ya que esta mañana estaba el soleado.

Un fuerte trueno resuena y mis huesos se encogen del miedo. Odio los truenos, relámpagos o rayos se escuchan como balas perdidas que van sin ningun rumbo y pueden herir a cualquier alma que no merece tan vil dolor. Tenga recuerdos tortuosos que asocian el clima con ese sonido y también con una estacio exacta del año que se hace llamar "Invierno" rezo para que no caiga lluvia , no quiero mojarme. No he traído paraguas y mucho menos abrigo.

Al pasar unos minutos de lejos veo el autobús 19 aproximándose. Me alegro desde mis adentros. Ya empezaba a caer lloviznas. El autobús se para y me introduzco. Observo dentro y solo hay algunas personas. Son las 5:30 pm está nublado y parece de madrugada.

Por lo que he podido ver las personas de aquí andan más en automóvil que en bus. Al pasar por una de las paradas que estaba en una gasolinera aproximada al bosque, vi algo raro, era una Range Rover del año negra, estaba entre los árboles ¿que hara un carro tan lujoso en esos sucios matorrales?¿habrá tenido un accidente?. Siento de preguntas llegaron a mi cabeza . Y ninguna pude responderlas.

Siento curiosidad de ir a ver. Por si necesitan ayuda. Pero me contengo. Y el bus sigue en marcha.

Pasé las pocas cuadras que faltaban para llegar a casa pensando en todo lo sucedido. En la reacción repentina de Nick, en su extraño comportamiento.

Cuando el bus se para a mi destino, doy un leve suspiro, agarro bien mi bolso, me paro de mi asiento y bajo del bus. Gracias le doy a Dios que la parada está a dos calles de casa.

Camino sumergida, pensando en la nada absoluta. Tratando de buscar una excusa para hablar con Nick y preguntarle de su cambio repentino. Quiero enfrentarlo y saber porque desapareció.

Camino tan ensimismada que choco con alguien y este cae de nalgas. Lo primero que sale de mi boca son palabras de disculpas.

- Oh Cielos ! Perdón ! No sabia en donde mi cabeza estaba. Lo siento tanto, no te he visto- Digo muy apenada. Y extiendo mi mano. La persona que ha caído es un chico. Es de alta estatura, piel morena , pelo castaño y rizo , cuerpo fornido y unos ojos marrones almendrados muy intensos.

Acepta mi mano y lo ayudo a levantarse. Ya en pies me sonríe.

-Eh chica eso no es nada, no te preocupes. Creo que el que estaba distraído era yo. - Dice sonriendo aun más. No se pero siento que lo he visto de alguna parte pero no recuerdo de donde.

Me ofrece su mano y se presenta- Me llamo Izan- sigue aún sonriendo. Este chico si que es simpático .

- El mio es Zafiro- dije devolviendo la sonrisa.

-Lindo nombre Zafiro.. por cierto ¿eres de por aqui?- pregunta

- sí, vivo en la próxima calle. ¿Y tu?- Respondo

-Pues, vivo en la calle anterior a la tuya- ríe levemente.

Que linda sonrisa.- pensé

- Me sentará bien tener un amigo cerca.- reí- por cierto, ¿Cuanto llevas viviendo aquí ?- pregunto interesada.

- Toda la vida- ríe - ¿y tu? Nunca te he visto por aquí- Dice curioso.

-Tengo varios días que me mudé.- le dije en media sonrisa.

-¿Te Apetece caminar hasta el parque de alla?- Señaló un pequeño parque dónde habían algunos niños jugando mientras sus padres conversaban entre sí.

-Claro.- Asentí

Nos dirigimos en silencio hasta el pequeño parque. Era un silencio acogedor, como si llevaras años conociendo a Izan, como si ya estuviéramos acostumbrados a la presencia de ambos que resulta un ambiente ligero y no nos vemos en la necesidad de hablar para que el silencio sea cómodo.

Llegamos al parque, en los pocos días que llevo aquí no me había fijado que estaba ahí. El parque es pequeño, te da la tranquilidad necesaria para pensar y reflexionar.

Caminamos hasta una banca, un poco apartada de la zona de juegos. Nos sentamos y el retomó las riendas de la conversación que quedo en el aire minutos atrás.

-¿Y que te trae a Inglaterra?- pregunta el mirando hacia los niños que juegan.

-¿Nunca has sentido que algo que creías tener nunca te ha pertenecido en absoluto? ¿No has pensando que es mejor soltar lo que te duele abandonando sin mirar atrás?- le respondí con preguntas retoricas.

Izan se queda mirando a un punto fijo, no se si piensa las palabras necesarias para responder o simplemente no sabe que decir.

Izan me mira y abre sus labios para articular palabra alguna, pero de su boca no sale nada. Pues me armo de valor y tomo la iniciativa.

- Para comprenderme las personas tienen que primero entender el mensaje oculto detrás de estas palabra, porque entonces daría a conocer que ha pasado por lo mismo o peor que yo.- Respondo mientras mi mente divaga en recuerdos.

Izan gira su mirada de lado contraria a mi y posa su vista en un niño castaño de unos 8 años. Y en los labios de Izan se forma una linda sonrisa como si recordara algo.

- Créeme Zafiro, te entiendo más que cualquier otra persona- responde en tono afligido. -Es mejor que te acompañe a tu casa ya son las 7:00 pm y está muy oscuro y no falta mucho para que llueva a cántaros.- Me dice, se para y me extiende la mano. La tomo, me paro y nos ponemos en marcha.

Cuando llegamos a mi casa, Izan me dice que espera que nos volvamos a ver. Él me da su número para cualquier emergencia o si quiero quedar algun día y lo anoto en mi celular.

Se despide, me da un beso en la mejilla, se gira y se aleja. Entré a casa y parece que mamá aun no ha llegado del trabajo, subí los escalones hacia mi habitación y cerré con llave.

Al entrar el mismo escalofrío que sentí en la pasada del bus, me recorrió la espina dorsal hasta la nuca, me giré y mire hacia la ventana y esta estaba abierta. El miedo invadió mi sistema nervioso y la cerré rápido. A lo mejor la deje abierta, pero estoy segura que la cerré o mi madre antes de irse aunque dudo porque ella nunca entra a mi habitación.

Que extraño.

Decido prender mi lapto y hacer las tareas asignadas para mañana. Cuando termino de hacerlas madre me manda un mensaje diciendo que llegara un poco tarde , así que decidí ir al baño. Me quito la prenda que llevo y entro a la ducha.

Cuando me termino de bañar voy a mi habitación y me cambio. Decido ponerme un short azul cielo de seda junto a una blusa a conjunto.

Acomodo mi cama y miro la hora, el reloj marca las 9:30 pm. Bajo a la cocina en busca de un vaso de leche fría. De pronto escucho un ruido proveniente de mi habitación. Subo a pasos lentos mientras el miedo se aloja en mi sistema. Llevo un cuchillo conmigo por si acaso de un ladrón se tratara.

Al llegar a mi habitación , la abro despacio y entro. La ventana está cerrada y las luces prendida. Solo hay un sobre encima de mi cama. Me dirijo hacia esta y la agarro.

Me quedo observando el sobre y le doy vueltas hasta que decido abrirla.

No Soy AFRODITA y Mucho Menos ZAFIRO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora