Capitulo 9

16 3 0
                                    

Ya ha  transcurrido un mes. Nick y yo estamos más unidos que nunca. En la universidad hacemos todo juntos.

Me cela,y adoro eso. No es un tipo de celos enfermizo, sino de los que te hacen saber que la otra persona te ama y no te quiere perder.

Aunque no sabría decir con exactitud que somos. Es decir, él no me ha pedido ser su novia, solo nos hemos besado de vez en cuando . A quien le miento, nos besamos cada vez que deseamos, o sea , siempre.

Matamos la pasión con besos. Han habido ocasiones en que hemos llegado al punto de estar extasiados.

Hemos llegado hasta desvestirnos y tocarnos, pero siempre termino frenando la situación y no llegamos a profundizar ningún acto sexual por miedo a que solo me quiera para una noche.

Y siempre le freno con la escusa de que quiero ir al baño.

Por otro lado, aún no sabia nada de mi madre. Ella no ha me llamado, asi que la he llamado yo, pero no me contesta.

Los Azzam y yo hemos ido varias veces a mi casa a ver si encontramos algún indicio del paradero de mi madre.

No creía que ella se haya escapado, y me abandonara. Ella no es asi. Sospechabamos que Lilith la tenía .

Aún no sabia qué era o quién era Lilith. No sabía cuál era su propósito para conmigo.

Tenía Fe. Claro que tenía mucha Fe de que mi madre estaba bien. Algo en mi me decia que estaba viva.

Nick decidió que era mejor quedarme con él y su padre. No podía quedarme sola y arriesgarme.

No estaba lista para exponerme al peligro.

Un fuerte ruido se escuchaba desde afuera. No me preocupé, a lo mejor serían los Azzam.

Pero No, cada vez más voces se acercaba al bosque Epping, ese era el lugar donde vivían con los vampiros que me estaban ayudando.

No eran las voces de Aaron ni de Nick. Eran voces más profundas y graves. Daban miedo.

Traté de irme, pero ya era tarde. Me habían atrapado. Eran unas criaturas horrorosas las que m sostenían.

Y de pronto, todo se puso borroso y caí en los brazos de Morfeos.

~~~●●●~~~

Se escuchaban cadenas arrastrándose.
Una presión en mi nuca me hizo despertar. No sabía donde estaba, ni que hora era.

Todo olía a muerte. Olía a cementerio, era un olor dulzón, como los que solía oler cada vez que iba a una funeraria. Por algún u otro familiar muerto.

Era un olor a formol. Tenia calor, joder aquí si quemaba. Moría sofocada. Sentía que el oxigeno me faltaba y que el aire no llegaba a mis pulmones.

Aún no había podido abrir los ojos, pero si podía escuchar cualquier sonido que fuera provocado a mi alrededor.

Cada vez que intentaba abrir mis ojos, ellos se cerraban de golpe. Sentí una fuerte risa en mi entorno. Algo halaga de mi pelo con fuerza mientras me daba cachetadas.

- Te mataré pronto. Como no soy cobarde, esperaré que te recompongas para irnos en batalla y así destruir tu maldita alma.- escupió con odio - Te odio maldita zorra.

De pronto sentí algo frío caer en mi y me hizo despertar por completo.

Divisé que era una joven, una de hermoso pelo, piel blanca como la nieve, preciosa sonrisa. Una joven que conocía muy bien, Aymar.

-Aymar...¿Porque quieres matarme?- dije - se suponía que eras mi mejor amiga , te uniste a ellos-refiriéndome a Lilith y su secuaces.

Estaba al borde de las lágrimas. Quería llorar un mar. Pero necesitaba ser fuerte. Por mi , por todos los que me rodeaban.

- Hahhahahaha..- Rió sonoramente.- Que ingenua eres.- dijo ella.

-¿Porque me Odias tanto?- cuestioné.

- Porque después de que Elyón me expulsara del Edén, te creó a ti.  Millones de veces más hermosa. De rizos de oro, eres el deseo de cualquier dios. Tu me robaste el amor de Izan solo con mirarlo. Lo apartaste de mi lado.- dijo con rabia.

Luego pronunció unas raras palabras, era idioma de demonios, y se convirtió en otra persona, absolutamente distinta.

Ahora era una mujer muy hermosa  era esbelta de cuerpo. Tenia unas curvas hermosas. Un pelaje negro como la noche.

No se porque se quejaba. Mi cuerpo actual es una aquerosidad comparado con esta mujer que está parada frente a mi .

Esa mujer era perfecta en todos los aspecto.

- ¿Porque no me mataste antes?-Dije , con varias gotas de lágrimas en mis ojos.

- Porque mi querida Afrodita , si te hubiera matado antes no hubiera disfrutado tanto de tu muerte, como la disfrutaré hoy.  Hubiera sido más facil, porque no sabrías de tus orígenes. Yo fui quien introdujo aquel sueño en tu mente y puse a personas en tu camino para que me ayudaran.

¿Estará hablando de Izan? Claro que si. El fue el único loco maníaco que quería asesinarme en medo de la calle.

Mi corazón dolía. Creer que mi mejor amiga, era mi enemiga.

Por eso dicen, que quien menos creemos, es quien te sorprende.

Estaba agotada mentalmente.  Eran tantas cosas para mi pobre mente humana.

Todas las cosas que ahora sabía, me habían caído como balde de ácido a mis pensamientos.

Pensar tanto dolía.

Inspeccione todo el lugar. Había fuego al rededor y todo era rojo con negro. Daba miedo. De solo ver tu alrededor,daba grima.

La habitación en la que estaba era forrada de un tapiz negro con imágenes de demonios matando a los ángeles sobre lavas rojas de fuego, mientras la sangre corría.

-¿Quién eres?- Mi voz salió como un susurro.

Ella río y muy fuerte para mi gusto.

-Lilith- me sonrió malévolamente.- Ya que te veo despierta por completo, mandare a mis criaturas a prepararte para la batalla.

- ¿Qué quieres de mi?- Grité. - Yo no.te he hecho nada.

- No tú, mocosa. Pero tu alma sí.-Me miró con odio. - Está vez te desapareceré Afrodita.

Algo en mi ser se calentó. Algo recorría, como furia. Era como corriente que el río trae.

-Haz lo que quieras - escupi con rabia.

Ella me soltó una cachetada  y gemi de dolor.

Luego, ella se marchó y unas criaturas feas se acercaron a mi, supuse que eran demonios. Me tomaron de los brazos y me sacaron de alli.

Me llevaron a una habitación más amplia e igual de decorada que la anterior. Pero en esta me cambiaron de ropa .

Me vistieron de túnica blanca y una hoja puesta como cintillo en el lado derecho de mi cabeza.

Luego me llevaron a un lugar mucho más amplio. Parecía un estadio. Estaba lleno de demonios.

Creia que este sería fin.

No Soy AFRODITA y Mucho Menos ZAFIRO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora