Capítulo 2: El cuarto secreto
Majoo no podía dejar de pensar en las palabras de Tomás. ¿Qué quería decir con que el secreto no estaba en la luz, sino en la oscuridad? Decidió regresar al faro y pedirle más explicaciones.
— Tomás, ayer me dijiste que el secreto del faro no estaba en la luz, sino en la oscuridad. ¿Qué querías decir con eso? — preguntó Majoo.
Tomás la miró con una sonrisa y dijo:
— Ven, te lo mostraré.
La llevó al interior del faro y subieron por una escalera estrecha hasta un cuarto pequeño y oscuro. En el centro del cuarto había un cristal que reflejaba la luz de una vela.
— Este es el corazón del faro — explicó Tomás —. Un cristal que refleja la luz, pero también almacena los secretos de los que han pasado por aquí.
Majoo se acercó al cristal y lo tocó. De repente, comenzó a ver imágenes y escuchar historias. Historias de amor y pérdida, de naufragios y de vidas cambiadas.
— ¿Qué es esto? — preguntó Majoo, asombrada.
— Es el cristal del faro — respondió Tomás —. Almacena los secretos y las historias de todos los que han pasado por aquí. Y ahora, es hora de que tú guardes el secreto.
Majoo se sintió abrumada por la responsabilidad, pero también emocionada por el misterio que había descubierto. ¿Qué más secretos escondía el faro?
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El Secreto Del Faro
AdventureEn un pequeño pueblo costero, había un faro que se alzaba sobre las rocas, guiando a los barcos durante siglos. El farero, un hombre llamado Tomás, había cuidado el faro durante años, pero nunca había revelado su secreto.