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Estaba sentado en el borde de la cama con sus piernas colgando y la pequeña bandeja de comida estaba reposada sobre sus muslos. Con los cubiertos daba vueltas a la comida sin intensiones de querer comer algo más. Su estómago estaba revolcado y observaba la comida con asco.

En su mente recuerda vagamente una vez en la que se sentía mal y su abuela le dijo "si tu mente está siendo dañada por cosas que te preocupan, entonces tu cuerpo también lo estará, por que la mente es lo que nos hace funcionar".

Y justo ahora entendía las sabias palabras que una vez su abuela le dijo cuando aún vivía.

La gente siempre habla o dice que cada uno tiene el poder de controlar lo que pensamos o lo que sentimos. Pero nadie sabe realmente cuánto poder tiene la mente para dañarnos en el interior. La mente es mucho más poderosa de lo que nosotros podamos imaginar. Y Wooyoung lo sabe muy bien.

La puerta de la habitación fue abierta y un joven de alta estatura y de cabello castaño se acercó a él, tomó la bandeja con los sobrantes de la comida y le dirigió una mirada.

⎯⎯El señor Kim lo está esperando en la sala de oraciones joven, Jung⎯⎯Wooyoung miró con miedo hacia la persona desconocida y con sus manos sudando frío se levantó de la cama para ser llevado a donde se le había dicho⎯⎯Entre, él lo está esperando adentro...

Las piernas le temblaban y miró por el solitario pasillo con horror. Él no quería entrar, y menos si ese señor estaba allí dentro. Le daba una sensación muy desagradable en el estómago el tan solo recordar la forma en que fue observado anteriormente por ese señor.

Tuvo las ganas de salir corriendo, de querer escapar, o al menos eso intentar. Sin embargo, su cuerpo se quedó inmóvil cuando las puertas fueron abiertas abruptamente, dejando a su vista justo a la persona que comenzaba a meterse en su mente de forma espantosa.

⎯⎯Joven Jung, adentro por favor. Daremos inicio a tu tratamiento⎯⎯escuchó la voz del hombre y perdido en sus pensamientos asintió a sus palabras. Caminó hacia la sala seguido del señor, y se sentó sobre uno de los sillones que había allí.

El viejo lo observó en silencio. Y acercándose hacia él, lo tomó del mentón, para que le mirase a los ojos.

⎯⎯De rodillas, Wooyoung. Muestra respeto hacia el padre⎯⎯habló con voz autoritaria a la  vez que ejercía un poco de fuerza en su rostro haciéndolo jadear dolorosamente.

⎯⎯Si, señor Kim⎯⎯Murmuró con pequeños asentimientos mientras se colocaba como se le había pedido sobre una alfombra.

Su voz estaba apagada, ella ya no era chillona ni melodiosa. Ahora era tenue y muy baja. Casi como susurros. Su corazón estaba siendo consumido por la culpa y todo su cuerpo se sentía muy pesado.

⎯⎯Bien, ¿Sabes el motivo por el cuál estás aquí, cierto?⎯⎯preguntó el hombre acercándose nuevamente hacia el para arrodillarse al lado suyo.

⎯⎯¿Por qué me he enamorado?...⎯⎯quemó, esa pregunta quemó en lo más profundo de su alma. Los recuerdos con San venían a su mente como una hermosa tortura. Haciéndolo desear a cada segundo que pasaba allí, estar en sus brazos otra vez.

El señor asintió a medias y tomó una Biblia para colocarla justo en frente suyo en completo silencio.

⎯⎯ Enamorarte... o eso es lo que dices, está bien. Lo que no está bien es enamorarte de tu tío y más aún siendo él otro hombre. ¿Lo puedes entender?⎯⎯tomó la Biblia buscando unas páginas exactas en ella y luego la colocó en medio de ambos cuerpos⎯⎯La homosexualidad es un pecado muy grave, joven Wooyoung.

Ante las palabras del viejo, bajó la cabeza mientras negaba repetidas veces a la vez que sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas nuevamente.

⎯⎯Amar no es malo...⎯⎯susurró vagamente mientras su vista estaba puesta sobre la alfombra en la que estaba arrodillado.

El señor Kim no dijo nada más, simplemente colocó una de sus manos en el libro dejado sobre el suelo y comenzó a orar en voz alta. A medida que hablaba, Wooyoung solo pensaba en lo mucho que quería que todo esto acabase, y en lo mucho que extrañaba a San.

Mantenía sus ojos cerrados sin prestarle atención a las babosadas que hablaba el viejo, el solo estaba allí arrodillado existiendo. Sin embargo, sus ojos se abrieron abruptamente y sus pensamientos junto a su cuerpo se quedaron helados al sentir una mano posarse en uno de sus muslos que a medida que pasaban los segundos iba subiendo de a pocos.

Su cuerpo completo estaba helado y alarmado, quiso gritar por ayuda, pero su garganta se secó. Quizo correr lejos allí, pero sus piernas se sentían muy pesadas. Quiso proteger su cuerpo, pero su cuerpo no le respondía.

La mano que acariciaba su muslo subía más y cada vez más, hasta el punto de casi llegar a su pelvis. Un sollozo de horror salió de sus labios, y cuando por fin sintió que podía gritar, gracias a que el nudo en su garganta se había aflojado, alguien irrumpió en la sala. Y la mano que lo tocaba anteriormente se alejó abruptamente de su cuerpo.

⎯⎯Siento interrumpir señor Kim⎯⎯se disculpó una joven de cabello castaño⎯⎯ Lo solicitan en la sala de alabanzas...

⎯⎯Oh, ya veo... en seguida voy allá. Joven, por favor lleve Wooyoung⎯⎯pidió el viejo mientras se levantaba del suelo y recogía el libro de este mismo.

⎯⎯Lo que usted ordene señor Kim⎯⎯la chica hizo una pequeña reverencia y luego extendió su mano hacia el pelimorado quién no lo pensó dos veces y tomó su mano rápidamente.

Tan pronto como se levantó caminó con rapidez hacia la puerta sin mirar hacia atrás ni una sola vez. Se sentía sucio, se sentía usado, su cuerpo quemaba al recordar la mano asquerosa de ese viejo canoso sobre su pierna.

Quería gritar, quería llorar desesperadamente, quería correr lejos de ese lugar.

Le habían tocado el muslo. ¿Que sería lo siguiente? Él sinceramente no lo quería saber.



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un poco corto para tanta espera, lo sé. Pero me negaba a dejarles más días sin actualización<'3


pornographer| SanwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora