7.

210 21 1
                                        

Olivia.

Bajé las escaleras, mi mamá estaba en casa, algo increíble para mí. -¿Qué haces acá que no estás en el trabajo?- le pregunté. Ella me miró mal, algo que me extrañó. -¿Pasó algo?

-No te hagas la tonta, Olivia. Te vieron con un chico, en un parque, en el horario donde vos deberías estar en la escuela. Además, los vieron fumando porro.- soltó furiosa. -¿Qué pasaría si tu papá se entera de eso, eh? No te quiero ver más cerca de ese chico.

Sentí que el suelo se abría bajo mis pies. Las palabras de mi madre resonaban en mi cabeza y una sensación de pánico empezó a invadirme. ¿Cómo se había enterado? ¿Quién nos había visto?

-Ma, no es lo que parece...- intenté explicar, pero ella levantó una mano, cortándome.

-No quiero escuchar excusas, Olivia. Vos sos una chica inteligente y responsable. ¿Qué hacías fumando marihuana con un chico en un parque en horario de clase? ¿Cómo creés que me siento yo, sabiendo que mi hija está haciendo esas cosas?

-Tranquila, ma. No fumé. Él estaba fumando, pero yo no.

-¿Y eso lo hace mejor?- replicó, su tono aún lleno de furia. -No quiero verte con ese chico otra vez. Es una mala influencia y no quiero que te arrastre a su nivel.

Sentí una mezcla de indignación y frustración. Sabía que explicar la situación sería inútil en ese momento, así que opté por asentir. -Está bien, mamá. No voy a volver a verlo.

Mi madre me miró con desconfianza, pero pareció calmarse un poco ante mi respuesta. -Más te vale, Olivia. No quiero que te metas en problemas por culpa de alguien así.

Me retiré a mi habitación, cerrando la puerta detrás de mí. Pasé toda la tarde encerrada, ignorando los mensajes de todo el mundo. Hasta que sentí unos golpes en mi ventana, me levanté para mirar de quien se trataba.

-¿Qué haces acá, Tomás?- pregunté al verlo. -¿Qué somos, Romeo y Julieta?

-No, somos Olivia y Tomás.- bromeó. -¿Porque me ignoraste toda la tarde?

-Ah, ¿No podés ser ignorado un par de horas?

Se tiró en mi cama, con toda confianza. -La verdad, no.

-Nene, te vas ya de acá. Si mi mamá o mi papá llegan a venir, me asesinan.- me dirigí a la puerta, poniéndome enfrente evitando cualquier entrada sorpresa de alguno de mis progenitores.

-Tenés que dejar de ser tan nerviosita...

Suspiré. -Mirá, así como empezó nuestra amistad, va a terminar. Me vieron con vos y a mi mamá le dió un ataque, y no quiero que mande a mi papá a que me controle a cada paso que doy porque sé que es capaz. Lo mejor es que mantengamos distancia.

Alzó una ceja. -O nos veamos en secreto.- se levantó y caminó hacia mi, arrinconándome contra la puerta. -Yo ya descubrí que a vos te encanta romper las reglas ¿O no?

Me tomó del mentón, para que lo mire directamente a los ojos. -Andate, basta...

Tomás se quedó quieto por un momento, observando mi expresión. Suspiró y retrocedió, levantando las manos en señal de rendición. -Está bien, Olivia. No quiero causarte más problemas. Solo... quiero hablar con vos.

Sentí una mezcla de alivio al verlo retroceder. Aunque una parte de mí deseaba poder seguir adelante sin preocupaciones, pero sabía que era imposible. -Ya sé, Tomás. Pero no podemos seguir. Mis viejos están muy pendientes y si esto sigue, va a empeorar.

Tomás asintió. -Pero, antes, quiero que rompas las reglas una vez más.

-¿Qué querés?

-Sólo me tenés que seguir.

Negué. -No, si me ven de nuevo con vos, va a ser el doble de problemas.- él extendió su mano, ignorando mis palabras. Y yo me sentía controlada por una fuerza mayor cada vez que había que tomar decisiones. Le di la mano y sonrió. -Espero que no me lleves a ningún lugar extravagante.

Mis pintas no eran las mejores, un pantalón y campera deportiva de Adidas que utilizaba para hacer ejercicio o estar en casa, no eran de lo peor, pero no era mi estilo. 

-Tranqui, no voy a esos lugares.

Caminamos por las calles oscuras, no nos dirigimos ni una palabra. Hasta que nos acercábamos a una casa que no pintaba de lo mejor, la música retumbaba desde afuera. -¿Una joda?

Soltó una risa. -Así es... Pero no cualquier joda, joda de la MDB. De los Barderos. Mi crew.

-¿Un martes?

Asintió. -Para nosotros no hay día.- la casa parecía estar en su punto máximo de actividad. Las luces destellaban desde las ventanas, y el sonido de la música reggaeton vibraba en el aire. Sentí una mezcla de emoción y aprensión mientras nos acercábamos a la puerta. Tomás me miró con una sonrisa de complicidad y empujó la puerta, invitándome a entrar. -Adelante, Olivia. Bienvenida a mi mundo.

Entramos y el ambiente era abrumador. Gente bailando, charlando y bebiendo en cada rincón. Algunos rostros me eran familiares de la escuela, otros eran completamente desconocidos. La energía era contagiosa, pero también sentía una pequeña punzada de miedo. No pertenecía a este lugar, pero Tomás parecía moverse con una confianza natural, saludando a sus amigos y presentándome. -¡Ella Olivia! -anunció, y sentí las miradas curiosas posarse sobre mí. Algunas chicas me observaron con recelo, mientras que los chicos me dedicaron sonrisas y asentimientos de aprobación.

Me sentí incómoda, pero traté de mantener la compostura. Tomás me llevó a un grupo de amigos que estaban en un rincón, charlando y riendo. Me presentó a cada uno y, aunque me sentía fuera de lugar, intenté ser cordial. A algunos ya los conocía.

-Vamos a buscar algo para tomar. -dijo, tomándome de la mano y llevándome hacia la cocina improvisada que tenían en un rincón de la sala. Tomás me sirvió un trago y me lo pasó, brindando conmigo antes de dar un sorbo a su propio vaso. Miré hacia el frente, notando como uno de sus amigos se agachaba hacia la mesa para aspirar un polvo blanco y todos los demás festejaban ese acto. Tomás se interpuso en el medio para que no continúe mirando. -¿Y, te gustó?

Asentí, ignorando aquel hecho. -Si, si... Está bueno.

Sentí como mi celular vibraba en el bolsillo e imploré que no sea mi madre, pero mis plegarias fueron ignoradas. Mi semblante cambió cuando noté que mi mamá me bombardeaba el celular de llamadas. 

Estaba muerta.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 01, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ultraviolence | c.r.oDonde viven las historias. Descúbrelo ahora