Volvía de la escuela cuando me encontré con una amiga de la infancia, hacía mucho tiempo que no la veía, entonces paré a charlar con ella. Anduvimos por los alrededores como dos horas más o menos, cuando nos despedimos. Ya era tarde.
Como de costumbre pasé por el almacén donde trabaja un amigo de mi papá, con el que también somos vecinos, él vive en el mismo edificio que nosotros, viene todas las tardes a fastidiar a mamá porque según él, mi madre y mi padre no deberían estar juntos, el pelado (es como lo llamo a Enrique) dice estar enamorado de mi madre, pero bueno esa es otra historia.
• Hola Pela.
• Hola enana, ¿qué quieres llevar?
• Dame pan, jugo y huevos por favor, mamá quiere comer panqueques.
• Bueno nena, salúdala de mi parte. Son 1580 pesos.
• Toma, guarda el vuelto para fiado después.
• Agendado. Vuelve con cuidado, pequeña.
• Sí, saluda a Lizi por mí. - Lizi era su gatita, amarronada que tanto me gusta desde niña.
• Siempre está durmiendo esa fiera, llego yo y se activa. Parece a propósito.
• Más que seguro que si, me voy a casa.
• Adiós.
• Bye.
Luego de salir del almacén quise cruzar la calle, para ir a casa, en la otra esquina me estaba esperando Javier, mi hermano, para reprocharme lo tarde que era, casi corriendo, me tropiezo y caigo al suelo, por inercia me llevo las manos a mi culo, suerte que no fue nada más que un par de raspones y dolor de trasero, mi hermano me miraba y se agarraba la cabeza.
• No das más de torpe, enana.
• Y tú de idiota.
• Si, ya vamos a casa que nos esperan.
• Sí. - sobando mi culo aún, me levanté y demonios como me dolía...
El día siguiente era el último día en la escuela, ya venían mis esperadísimas vacaciones, habíamos planeado con mi familia una salida al campo por las próximas tres semanas, ya estaba todo listo.
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Nuevamente el mismo sueño, parece más recurrente de lo habitual.
Me vi allí , petrificada frente al umbral a través de los ojos de esa persona, otra vez el castillo en ruinas, con los gritos agudizándose y sintiendo todo eso que ella siente, no sé quién sea, pero ella es tan real.
Voy caminando, me adentro aun más en el disturbio, mientras el corazón galopa a mil.
Pasan personas corriendo pero no puedo saber quienes son, no tienen rostro y tampoco puedo oír su voz. Seguimos hasta el umbral que separa el castillo con una puerta de madera que ya no está, sigue buscando algo o alguien.
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Sueños del Mañana. El despertar de la Luz.
Dla nastolatkówClavislucis, un sitio en otro espacio y tiempo, un Reino que se encuentra sumido en las tinieblas llorando todavía la ausencia de sus reyes y la desaparición de su princesa. Mientras tanto en el mundo como tal lo conocemos, una chica, que atraviesa...