»Pedido! ⌗6

111 6 38
                                    

—Para las démas partes, se siente frío acá.

El comentario le sacó una risa —Esperabas un territorio monótono? Ay, meu rei, meu rei; estamos en América— respondió la fémina, volteando para ver a su enamorado. —aceleremos el paso, ya pronto estamos ahí.

La representación de la monarquía suspiró con una sonrisa, no parando de seguir a su novia hasta la tan aclamada destinación.

Cuestión de tiempo fue llegar frente a una cabaña de aspecto acogedor; el interior se veía aún mejor, y eso era mucho considerando que todavía no entraban.

El de habla portuguesa se acercó primero y entró, confirmando su hipótesis con ojos admiradores; seguido venía la morena sonriendo satisfactoriamente.

—Te dije que valdría la pena.— recalcó ella, llevándolos de nuevo al momento en el que le propuso la escapada en la oficina del más alto, quien se burló un poco antes de darle la razón.

El poco equipaje que trajeron consigo fue depositado en la recámara principal del piso de arriba, para cuando todo estaba listo el sol se despedía para dejar el escenario a su amada asistente.

Aún siendo seres sobrehumanos y no estar propiamente cansados; consideraron pasar tiempo en su habitación desde considerablemente temprano, estando igualmente en la ropa de la ocasión.

Sus largas batas blancas reposaban sobre sus cuerpos, ayudándolos en entrar en faz de dormir.

Aunque dormir no parecía ser lo esencial.

—Y si tomó la botella de allí abajo y la subo?— sugirió el brasileño acostado en la cama, recibiendo una mirada desacomodada de su contraria.

—Querido.. creo que sería mejor mantenernos sobrios en esta ocasión.— respondió ella, volviendo a enfocarse en su lectura. Su pareja la miró algo extrañado; esta misma mujer se abstenía de irse o siquiera soltar la botella en su mano la última que estuvieron de celebración.

—¿Por cuál razón? Dijiste que íbamos a hacer este descanso para disfrutarnos; yo disfruto beber. Me sé controlar. Ni se notará.— replicó, intentando mostrar un punto.

—Si te veo tomar, querré tomar y vamos a tomar—mucho—los dos; tú te controlas, yo no.— afirmó la misma con una pequeña risa de pena al final al recordar la misma situación que él—o mas bien lo que le contaron.

El de heterocromía suspiró de nuevo, volteando a ver a su novia con su lectura. Él también amaba leer, pero consideraba que el propósito de la salida de la rutina era otro que hacer algo que hacían a menudo.

Tras unos minutos de observarla, se levantó de la cama, decidido se dirigió hacia su amada; al estar en su radio de espacio personal tomó el libro, lo cerró con cuidado—asegurándose de que se pudiese identificar en qué página iba cuando lo retomara—puso en la mesa que posaba alado al sillón donde la colombina se sentaba.

La misma fue a quien el barbudo tomó en sus brazos al estilo princesa hasta el colchón, depositándola ahí con delicadeza y a los segundos poniéndose a su lado.

Aunque al principio su novia lo veía con un leve molestia y descolocación su expresión se relajó y terminó por mirarlo con amor mientras el se acomodaba a su lado, soltando una risilla cuando este le sonreía enamorado.

Él solo pudo suspirar, planeando decirle uno de sus muchos escritos, pero se perdió en sus ojos antes de poder expresárselo —Te amo.— fue lo único que pudo articular en el estado de embobamiento que tenía; Deus, ella lo traía mal.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 31 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Imperio de Brasil x Gran Colombia Stuff;;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora