17. VIOLENCIA Y UNOS CUANTOS RECUERDOS

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PASADO

La noche era fría y la luna alumbraba perfectamente las calles de Londres, el calefactor dentro del restaurante estaba increíblemente confortable.

Sus nudillos estaban apretados alrededor de su servilleta.

El lugar estaba escasamente lleno y sólo otras dos parejas se encontraban en el lugar, la iluminación era escasa y la vela en el centro de la mesa hacía que todo se viera increíblemente íntimo.

La pasta con un agradable sabor estaba en su plato, una copa de vino medio llena a un costado de su alfa, junto con otra copa medio llena de agua en su mano.

Mark, el cual había ordenado una pasta al pesto, hacía que el restaurante oliera a diferentes tipos de hierbas.

Tomó su copa una vez más y bebió un sorbo, limpiando la comisura de sus labios lentamente con la esquina de su servilleta.

El lugar no era elegante, era más o menos formal, pero no sobrepasaba lo formal, simplemente era acogedor y estaba seguro que con la correcta compañía este pudiera ser una agradable lugar para cenar.

Su omega dentro de él saltaba lentamente, un sentimiento de miedo y felicidad mezclados en su pecho.

Posó su cálida mano en su estómago con un pequeño bulto, sonriendo para sus adentros.

"¿Te agrada la comida?" habló el alfa. "Es un restaurante bastante caro."

"Mm, es deliciosa." habló Sergio sonriendo hacia el alfa rápidamente. No quería molestarlo.

"Eso espero." habló cortantemente el alfa, retomando su tarea de beber su vino.

El silencio era ligeramente incómodo y ningún mesero se atrevía a acercarse hacia su mesa, el aire de superioridad y posesión que transmitía el alfa era aterrador.

Sergio se encogió inconscientemente en su silla, la voz del alfa lo hacía temblar.

"¿Te encuentras bien?" habló el alfa, rascando su barbilla. "Por qué hueles nervioso, contrólate."

Sergio se acomodó en la silla una última vez.

"Tengo algo que decirte." susurró mirando hacia abajo.

El alfa bebió una última vez antes de dejar su vino con sabor a cereza en la mesa, limpió grotescamente las comisuras de sus labios con la servilleta y dirigió su pesada y para nada cálida mirada hacia el omega frente a él.

"¿Qué tienes que decirme?" preguntó Mark en un suspiro, un poco ya harto del ambiente del restaurante, uno que por primera vez Sergio había decidido, festejaban su cuarto aniversario.

"Y-yo tengo buenas noticias." una pizca de alegría se podía notar en su rostro.

"Al punto, Sergio."

"Estoy embarazado." contestó Sergio sonriendo, tomó la mano del alfa sobre la mesa, sus ilusiones a tope esperando a que este tomara su mano y le dijera que estaba contento.

Pasaron unos segundos que para Sergio fueron horas y Mark retiró bruscamente su mano de la suya.

"¿Estás jodiéndome?" preguntó el alfa riendo sarcásticamente. "¿Es una jodida broma?" preguntó el alfa en un gruñido.

"No es una broma." susurró Sergio sosteniendo su pancita, sonrió hacia el alfa con esperanza. "Tendremos un bebé, alfa."

"Esa cosa no es mía." habló Mark su rostro lleno de ira, su aire poniendo a Sergio nervioso inmediatamente.

Mess is mine | Adaptación - Checlerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora