"Eres mi única fuente de luz"
Una chica italiana llega a vivir a un lugar cerca de Reseda, Reseda es una zona de bajos ingresos del Valle de San Fernando. Asiste a su nueva escuela siguiendo sus sueños y tratando de no distraerse ya que al parecer s...
"Oye Sailor-Moon, si te gusta Labio no puedes coquetear con mi hijo ¿entendido?"
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Narrador Omnisciente:
Miguel y Ludovica estaban estirando en el dojo cuando vieron a Eli a lo lejos mirando todo aún con inseguridad. Ambos caminaron hacia su amigo quien sonrió levemente al verlos.
- Me alegra que estés aquí, Demetri renunció muy fácil - dijo Ludovica abrazando al chico que sintió como sus mejillas se calentaban al sentir a la chica contra su pecho cosa que no pasó desapercibida para Miguel que lo miró con una sonrisa traviesa.
- Yo... la verdad no quiero renunciar aún - dijo Eli bajando la mirada cuando sintió los enormes ojos azules de Ludo sobre el que lo miraban con esperanza, están demasiado lindos como para mirarlos tan fijamente sin querer acercarte a ellos, es como si fueran hipnotizadores.
- Bien, fórmense - dijo el sensei Lawrence llegando
- Adiós, amigo - dijo Miguel mientras tomaba a Ludovica de la muñeca para acercarse a su sensei y poner en sus puestos.
- ¿Dónde están todos? ¿Cara de cráter? ¿Aro en la nariz? ¿Resortera? - preguntó el sensei Lawrence al ver la gran diferencia que había, estaba más vacío pero seguía habiendo la cantidad adecuada de estudiantes.
- Renunciaron, sensei - contestó Miguel con la mirada baja
- ¿Hablas en serio? - preguntó el sensei con la mirada incrédula mientras todos se encogieron de hombros.
- Si, ya no vendrán más - dijo Ludovica
- De acuerdo... está bien, era una prueba. Quería ver quienes abandonaban, ustedes no lo hicieron. Están aquí para ganar, podrían estar en casa jugando videojuegos o comiendo dulces pero no, están aquí para hacer flexiones y aprender a pelear. ¡Labio! Miren, incluso labio es más rudo que esos chicos, el no se rinde - dijo el sensei llamando la atención de todos y aunque Ludovica no estaba de acuerdo con el apodo, no estaba dispuesta a contradecir a Johnny y sabía que Eli era lo suficientemente fuerte como para defenderse el solo.
Tenía fe en que era fuerte. Quería que él fuera fuerte. Ludo no quería que Eli viviera bajo la sombra de la mala "protección" de Demetri o Miguel.
- ¿Podría no llamarme así? - preguntó Eli en un tono de voz bajo llamando la atención de el sensei quien alzó una ceja.
- ¿Disculpa?
- Dije que por favor no me llame así - habló Eli esta vez un poco más alto.
- Deberíamos empezar a calentarlos - dijo Ludovica tomando de la mano a Miguel, quería evitar que el sensei peleara con Eli, al menos por ahora. No quería que Eli se saliera del dojo tan pronto.
