Los días junto a su joven amo pasaban volando, era tan divertido estar junto a él, si hubiera que elegir el mejor trabajo del mundo el sin duda diría que era el de ser el lazarillo de su amo.
Junto a él había descubierto y aprendido tantas cosas que desconocía que si hubiera seguido a como era su vida antes jamás lo hubiera imaginado.
Por otro lado quería mucho a la Nana, ella es muy amable con aunque al momento de enseñarle a leer es muy severa, pero todo es para su su bien, ya podía decirse que podía leer un párrafo de un libro sin tantos errores, esta muy feliz.
-Joven amo despierte, Ahhh quiero decir señorito Mingi,... Bueno Mingi, lo decía con algo de pena a pesar que ya llevaba varias semanas sirviéndose aún no se acostumbraba . - Por que avergüenzas tanto cuantas veces te he dicho que me llames por mi nombre, le dice esto jugando con el cabello contrario, el cual es un poco largo y algo ondulado. -Deje de jugar con mi pelo, luego Nana me reprende que ando todo desarreglado. -Ya ya ya!! te lo merecías como he dicho nada de honoríficos de todas maneras tú eres mayor que yo. -Bueno ahora llevame al baño y pasame mi ropa para que bajemos luego a tomar desayuno y me lleves donde me prometiste ayer. -Si, si asiente con la cabeza tomado a su amo del brazo rumbo al baño. Lo podía hacer solo pero a este le gustaba estar cerca del pequeño.
El lugar que Hongjoong quería llevar a Mingi era un prado qué está a medio kilómetro de la casa patronal, donde hay mucha vegetación y donde había descubierto el verano pasado mientras vagaba por los alrededores en los días que no tenía que ayudar a sus tíos que por ahí cerca frecuentaban conejos.
-Joven mire, mire lo que atrapé, perdón algo cabizbajo por el error que había cometido, procede a dejar sobre el regazo de Mingi el cual esta sentado en el pasto algo peludo y algo sedoso se trataba de un pequeño conejo el cual había atraso Hongjoong, él guiaba las manos de Mingi sobre el pequeño animal describiendolo de alguna manera para que de alguna manera formara una imagen mental del el, aveces era difícil explicarle sobre todo los colores, pero se alguna manera se las ingeniaba ahora mismo el conejo era blanco y esponjoso igual como un algodón de azúcar de los cuales se comen en las fiestas o parques. Jugaron un largo rato con el animalito, pero ya se esta haciendo trade y ahora era hora de ir a dejarlo cerca de la cueva donde lo había encontrado junto a su familia.
-Mingi, ahora lo voy a dejar junto a su mamá, vuelo enseguida. Fue con prisa a dejar al animalito pero cuando se regreso se encontró con un Mingi deprimido, qué había hecho mal, acaso no le gustó el conejito??.
-Mingi que te pasa acaso hice algo mal, lo dice con una voz de suma tristeza a lo que reacciona esté por la cercanía que se encontraba lo sujeta del brazo y lo atrae hacia él lo que se convirtió en un abrazo donde le dice entre susurros '- No haz hecho nada mal, solo que recordé a mi madre que nos abandono y no sé nada de ella, porfavor tú no me dejes nunca, prometelo.... - Si sé lo prometo jamás lo dejaré, estaré contigo hasta cuando tú lo quieras, apartándose un poco de aquel abrazo con la maga de su camisa procede a limpiar algunas lágrimas de los ojos de su joven amo. Él jamás lo dejaría en su corazón su amo era su mundo, su razón de vivir, solo espera acompañarlo por mucho tiempo.
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Apareciendo de nuevo, por retraso doble actualización ♥.
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