Rυвιυѕ y Veɢeттα, doѕ pαdreѕ qυe ιɴтeɴтαɴ ѕαcαr αdelαɴтe α ѕυѕ cιɴco нιjoѕ тrαѕ eѕтαr lυcнαɴdo αlɢυɴoѕ αɴ̃oѕ coɴ ѕυ pocα ғαcιlιdαd pαrα тeɴer dιɴero, pero αύɴ αѕί ѕoɴ ғelιceѕ.
De un pronto a otro, los días empiezan a ser más cansados, duraderos y pe...
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Samuel dejó el teléfono a un lado y se permitió un momento de respiro. Sabía que había dado un paso importante, pero aún sentía el peso de todo lo que estaba sucediendo en su hogar apoderándose de él.
Decidió que lo mejor sería intentar dormir un poco, así estaría más preparado para todo lo que le tocaría enfrentar dentro de unas horas.
Eran las nueve de la mañana un poco pasadas, el sol se filtró por las cortinas. El de orbes lilas despertó sintiéndose un poco más ligero, aunque la preocupación aún rondaba en su mente. Se levantó con cuidado para no despertar a Rubén, quien finalmente parecía haber conseguido dormir un poco. Sus hijos seguían acurrucados junto a su madre, ajenos a la decisión que el mayor acababa de tomar.
Samuel se dirigió a la cocina y comenzó a preparar el desayuno. Mientras el café burbujeaba y el olor del pan tostado llenaba el aire, se mantenía un poco metido en sus pensamientos sobre como le iba a comentar a su esposo el trato que acababa de hacer durante la madrugada con aquella pareja... Necesitaba que estuvieran en la misma sintonía para enfrentar lo que vendría.
El dueño de los pensamientos del azabache apareció en la cocina, luciendo cansado y un poco desorientado. El mismo sonrió al encontrarse con su esposo haciendo el desayuno, llevando su delantal lila y pudiendo ver cómo su ceño se fruncía debido a lo concentrado que estaba mientras cocinaba.
-Buenos días, Sammy...-Dijo en un tono de voz algo suave y ronco, esperando poder llamar la atención del mencionado tras haberlo llamado por aquel apodo cursi que él mismo le había puesto.
Sintió sus orejas levantarse dándole el lugar de la duda al ver que su esposo no había reaccionado ante su llamado, aparentemente estaba bastante inerte en lo que sea que estuviera pensando.
-¿Sam?-Volvió a llamar a su marido, observando como este lo miró por un momento bastante fugaz. La mirada morada regresó nuevamente a los huevos fritos que estaba preparando en la sartén, antes de empezar a explicar.
-... Anoche hablé con una pareja que podría ayudarnos con todo lo que está sucediendo en la casa -Comentó Sam, tomándose un pequeño momento para poder observar la reacción del híbrido de oso. Quién se quedó callado en su lugar sin comentar ni decir nada, esperando a que su marido termine de hablar -Vendrán hoy por la tarde. Son expertos en este tipo de situaciones y creo que necesitamos toda la ayuda que podamos obtener.
El azabache se acercó lentamente a la mensa en dónde estaban las tostadas que había preparado anteriormente, tras haber terminado de cocinar ambos huevos fritos, los puso sobre las tostadas y se las acercó al castaño junto con un jugo de naranja.
El rubio falso, miró su desayuno y frunció el ceño, luego de eso, volteó a ver a su esposo a la cara, intentando averiguar si eso era una broma o realmente estaba diciendo la verdad.
