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Habían llegado dos personas más a ayudar a la pareja a poner todos los instrumentos, camaras, micrófonos, luces, grabadoras, detectores de movimiento y montones de cosas más.

Luzu había aclarado que esos chicos eran sus hijos biológicos. Eran mellizos, puesto que no eran iguales, uno era más alto y el otro era notablemente más bajo.

Honestamente trabajaban muy bien y hacían el ambiente más llevadero... Era agradable escuchar voces alegres en el lugar.

Realmente se notaba que disfrutaban lo que hacían, que eran profesionales en ese asunto de los espíritus.

Pero aún así no podía evitar vigilar de manera nerviosa todo lo que ellos hacían. Estaba inseguro, no sabía si la situación iba a mejorar o a empeorar con todo eso.

Su mirada se elevó hasta toparse con su esposo.

-¿Esto es realmente... Realmente necesario?. - Dijo Rubén captando inmediatamente la mirada de su esposo.

Quién rápidamente lo abrazó y lo apretó contra su cuerpo en un intento de hacerlo sentir seguro de lo que estaban haciendo en ese instante.

-Solo es un paso más... Si esto realmente ayuda, valdrá totalmente la pena.

Rubén correspondió al abrazo de Samuel. Dejándolo curbirlo con su enorme y cálido cuerpo.

Durante esos segundos, pudo distinguir la mirada curiosa de los menores observandolos desde el piso de abajo.

Ellos, ignorantes de la situación que atravesaban, estaban un poco inquietos por ver tantos extraños en su casa.

Parecían estar jugando a los espías y eso lo hizo separarse un poco del abrazo para poder ver nuevamente al más alto a los ojos.

-¿Y qué hay de los niños?... Ellos piensan que todo esto no existe y que solo están asustados...

Samuel abrió la boca con la intención de querer decir algo, pero las palabras no salieron de su boca demostrando que no sabía que decir exactamente.

-Borja y yo, estamos aquí para ayudarlos a ambos, Rubén, o tal vez debería decir "Rubius". -Dijo el mayor haciendo referencia a los cabellos rubios del menor. Quien miró sorprendido a su marido y luego pasó su mirada de nuevo al de ojos miel.

-... Lo que está pasando es serio, sepan que no están solos en esto. -Auron les regaló una calida sonrisa a ambos, la cual el ahora "Rubius" correspondió.

-Es un buen apodo... Supongo que si se van a quedar aqui tanto tiempo como dicen, debemos hacerlo lo más llevadero posible.

Sugirió el teñido mientras soltaba pequeñas risas, apoyando su cabeza sobre el pecho de su marido, pudiendo escuchar muy fácilmente como los latidos del corazón contrario hacían eco en su cabeza.

Eso siempre lo relajaba cuando se sentía ansioso, amaba eso.

Mientras el oso se acomodaba contra el pecho de Samuel, Auron y Luzu continuaron organizando el equipo en la sala.

Las risas y conversaciones de los mellizos resonaban en el aire, creando un ambiente que, aunque lleno de nerviosismo, comenzaba a sentirse más acogedor.

De repente, el de ojos celestes se giró hacia los demás, su rostro iluminado por una sonrisa.

-¡Ya todo está listo! Ahora solo tenemos que mostrarles como es que funciona el equipo. -anunció, señalando la mesa llena de dispositivos.

Sobrenatural | ᴿᵘᵇᵉᵍᵉᵗᵗᵃ | Karmaland.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora