Rυвιυѕ y Veɢeттα, doѕ pαdreѕ qυe ιɴтeɴтαɴ ѕαcαr αdelαɴтe α ѕυѕ cιɴco нιjoѕ тrαѕ eѕтαr lυcнαɴdo αlɢυɴoѕ αɴ̃oѕ coɴ ѕυ pocα ғαcιlιdαd pαrα тeɴer dιɴero, pero αύɴ αѕί ѕoɴ ғelιceѕ.
De un pronto a otro, los días empiezan a ser más cansados, duraderos y pe...
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—¿Sabes, Raúl? No pienso que sea una buena idea decirles... Ellos se ven más felices desde que llegamos, ellos confían en nosotros y... —Luzu tomó una ligera pausa mientras suspiraba.
Ese instante estaba subido en una silla colgando una cruz encima del marco de una de las puertas de las habitaciones.
—... ¿Estás completamente seguro de que lo que me dijiste es cierto? Se escucha muy descabellado para un pueblo tan pequeño como este. —Terminó.
En el rostro de Auron se formó una expresión que explicaba completamente su indignación ante la desconfianza de su propio marido. Tenía una mano sobre su pecho a la par que miraba con el ceño fruncido a su esposo.
— ¿De verdad estás diciéndome eso... A MÍ?. —Dijo Raúl bastante ofendido. Escuchó como el mayor suspira nuevamente a la vez que se bajaba de la silla.
— Lo siento, es que... Esto está dejando de ser sencillo para empezar a convertirse en algo más complicado y más horrible. Me preocupan Iván y Alexis, se suponía que no debían meter la nariz en este tipo de casos. —Borja se miraba preocupado. Tomó una bolsa de sal marina la cual empezó a esparcir en la puerta de la habitación a la que le había puesto el crucifijo.
— Ya lo sé, pero eso no te da el derecho de despreciar así mi investigación. Si no, ¿Para qué me senté durante seis horas a leer viejos periódicos?. —Raúl aún se miraba molesto, pero ya no tanto al haber escuchado las razones de Borja para haber puesto en duda su trabajo.
— Ya, pero...
— ¿Pero qué? Amor, ya están grandes, Iván inclusive piensa estudiar demonología y Alexis quiere estudiar parapsicología. Este es el gran paso que tienen que dar. —Interrumpió el menor a su esposo.
Borja lo miró por un momento y luego siguió con su tarea. La preocupación y las dudas se podía observar perfectamente en su rostro. Borja solía ser terriblemente transparente.
— No estoy seguro de si voy a dejar que ambos estudien eso... —espetó.
— ¿Qué?
— Auron...
— ¡Borja! ¡No es tu vida! ¡No puedes decidir por ellos!. —Ahora sí que estaba molesto con el mayor. No entendía a qué se debía toda esta sobreprotección de repente.
Ambos siempre habían sido padres liberales que dejaban que sus hijos vivieran las experiencias de la vida en carne propia para que reconocieran sus errores y las consecuencias de sus acciones.
— Raúl. —Luzu se paró dándole la espalda al menor, se pudo apreciar como este rellenaba sus pulmones antes de dejar salir todo el aire y continuar.
