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Iván vio cómo su madre ya podía respirar con más calma, aunque sus manos aún temblaban ligeramente al sostener la taza de chocolate caliente.

Raúl no lo dejó solo, manteniendo una mano firme sobre el hombro de Borja, ofreciéndole el apoyo silencioso que necesitaba. El ambiente seguía cargado, la sensación de opresión en el aire persistía, y la oscuridad en la habitación parecía haber ganado fuerza.

- Iván, Alexis... -La voz de Raúl salió grave, pero serena, intentando mantener la calma por el bien de Borja y de sus hijos.

- Esto ya no es un simple caso de investigación. Lo que ocurre aquí es mucho más peligroso de lo que pensábamos.

- Ya lo sé, papá, pero... -Iván comenzó a hablar, sus ojos moviéndose rápidamente entre su padre y la pantalla del monitor.

- Mamá tuvo una visión, ¿verdad? Sabes que esas cosas no son normales. Justo cuando mencionaste a los niños, algo en la casa cambió. ¡Podemos verlo en el video!

Alexis asintió, confirmando las palabras de su hermano.

-Es como si todo en la casa se volviera más pesado, más... oscuro. No podemos ignorarlo, papá.

Raúl apretó suavemente el hombro de Borja, como si con ese gesto buscara infundirle fuerzas.

Luzu levantó la mirada, sus ojos azules, todavía algo empañados, se encontraron con los de Raúl. Había una mezcla de dolor, cansancio y una sombra de algo más profundo... un miedo que él mismo apenas lograba reconocer.

- Sé lo que viste, Borja -dijo Raúl en voz baja, con un tono que reflejaba comprensión.

- Y sé que esto está siendo más difícil de lo que cualquiera de nosotros esperaba, pero necesitamos entender que nuestros hijos ya no son niños. Ellos eligieron este camino, y aunque no me guste, tengo que aceptarlo. Y tú también, amor.

Luzu tragó saliva, asintiendo con la cabeza mientras intentaba recomponerse.

-Lo sé, Raúl, lo sé... Pero me asusta... No quiero que ellos... -Su voz se quebró por un segundo antes de que pudiera continuar.- No quiero que ellos pasen por lo mismo que nosotros... Siento que esto nos está arrastrando a todos hacia algo terrible.

Raúl lo abrazó suavemente, permitiendo que Borja se apoyara en él.

La energía oscura que invadía la casa no había desaparecido, pero en ese momento, lo único que importaba era asegurarse de que Borja estuviera bien.

- Vamos a salir de esto, juntos... Y lo primero que tenemos que hacer es terminar lo que empezamos. Necesitamos hablar con los De Luque, advertirles sobre lo que está pasando aquí antes de que sea demasiado tarde -afirmó Raúl con determinación antes de mirar a sus hijos y continuar.

- Chicos, necesito que ustedes dos se mantengan cerca. No sabemos qué más podría suceder.

Los gemelos asintieron, su preocupación reflejada en sus rostros. Sabían que las palabras de su padre no eran una simple advertencia. Era una realidad que ahora les pertenecía a todos.

Luzu respiró hondo, sintiendo el calor del abrazo de Raúl y la presencia de sus hijos a su alrededor. Finalmente, levantó la mirada, su expresión ahora más decidida.

- Tienes razón, Raúl... No podemos permitir que esto nos consuma... Vamos a hacer lo necesario para proteger a nuestra familia... y a ellos.

El aire en la habitación seguía siendo denso, pero el compromiso de enfrentarse juntos a lo que viniera les daba un poco de alivio. Sin embargo, algo en el fondo de sus mentes les decía que lo peor aún estaba por venir.

Sobrenatural | ᴿᵘᵇᵉᵍᵉᵗᵗᵃ | Karmaland.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora