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Las manecillas del reloj dictaban que eran al rededor de las dos de la tarde. Los gemelos habían ido a dormir, por lo que Borja tomó su lugar en la silla frente al monitor, Rubén y Samuel estaban haciendo sus tareas matutinas, como asear la casa, limpiar las habitaciones, reparar juguetes, atender a sus hijos...

Era como si de repente, todas las situaciones horribles que habían pasado anteriormente se hubieran esfumado.

Hace a penas unos días, nadie salía de sus habitaciones exceptuando a Alejandro que recorría la casa sin parar, aprovechando todo el espacio que tenía para el solo y... Su amigo.

Raúl estaba sentado en una de las sillas que había en el balcón, el cual daba al patio. Desde ahí supervisaba el juego de todos los niños, viendo que fuese sano y que ninguno hiciera algo peligroso.

El aire parecía volverse más ligero cuando su expresión cambió a una más feliz. El leve recuerdo de sus hijos corriendo por el patio cuando aún eran niños, lo invadió siendo acompañado del sentimiento de nostalgia.

En sus manos sostenía un periódico que rondaban los años 1900. Mientras que a su lado en una mesa, había muchos más.

Durante el transcurso de la mañana, Samuel salió para poder encontrarlos ya que Raúl le había dicho que eran información que iban a necesitar y que sería muy importante que vinieran desde los 50' para no dejar algún enunciado de lado.

Tal vez esa era la parte más tediosa de todo su trabajo.

Por supuesto que la adrenalina que recorría sus cuerpos cuando algo paranormal estaba sucediendo era la verdadera razón por la que hacían todo eso. El sentimiento de incertidumbre, el estar relacionado con algo sobrenatural además de los casos leves de poltergeist, era la verdadera razón por la que trabajaban para eso.

Pero esta era la parte fea.

Tener que armar el rompecabezas en busca de respuestas.

Sabía que Borja lo odiaba, quizás y era por eso que no le iba tan bien en su trabajo.

Rompió a reír ante ese pensamiento. Sabía que estaba mal pensar eso de su esposo. Pero a la vez, era la misma razón por la que él se ofrecía a la parte que tuviera que ver con investigar.

Para que Borja tuviera un escape de las situaciones estresantes que más odia de su trabajo.

No tuvo más opción que empezar a leer.

En la mesa, a parte de los periódicos, tenía una libreta en dónde se suponía que debía empezar a notar los hechos importantes que habían sucedido en el pueblo.

De momento, ya iba a tres años después de que se construyera la casa aún no había encontrado nada relativamente interesante. La mayoría eran anuncios de trabajo, de locales que habían abierto en ese entonces, algunos chismes, mensajes de la escuela local y... Cosas que no tenían importancia.

Siguió pasando las páginas hasta que lo encontró.

"Rumores de Brujería Agitan a la Comunidad de Karmaland."

"En los últimos meses, los habitantes de karmaland han sido testigos de un creciente murmullo que recorre sus calles empedradas. En el centro de las inquietudes se encuentra una mujer que, según los relatos de los vecinos, podría estar practicando rituales satánicos en su hogar apartado, situado al final de un camino polvoriento, alejado de las miradas curiosas."

"Desde esa solitaria vivienda, rodeada de árboles frondosos y maleza que parece crecer sin control, los residentes afirman escuchar sonidos perturbadores durante las horas más oscuras de la noche. Algunos hablan de cánticos misteriosos, mientras otros aseguran haber visto luces extrañas emanando de las ventanas. Las versiones se multiplican, y con ellas, el miedo se va instalando en los corazones de los habitantes del lugar."

Sobrenatural | ᴿᵘᵇᵉᵍᵉᵗᵗᵃ | Karmaland.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora