𝗠𝗔𝗗𝗢𝗡𝗡𝗔-𝐀𝐥𝐚𝐧 𝐌𝐨𝐳𝐨-¹

019.Familia feliz

Escuché el timbre, aún con el bebé en brazos y con Ivanna llevándola de la mano, nos acercamos a la puerta y al abrirla estaba Alan recargado con un brazo en la pared y una enorme sonrisa y que se le borró cuando me vio con los niños.

- ¿Tienes hijos? - Se reincorporó serio, pero serio. - ¿Y no me lo dijiste? - Creo que no los había visto bien.

- No pendejo, son los hijos del Pocho. -Me exalté.

- Ah, ya me había asustado, ¿Por qué los tienes aquí?

- ¿Eres o te haces? Pocho dijo que se los teníamos que cuidar a cambio de que no le dijera a mi hermano lo que vio.

- Ah... ¿Pero ya tan pronto?

- Sí, él no pierde tiempo, quizá y cuando regrese ya esté para su tercer hijo. - Miré al bebé en mi brazos. - Chi, bebé, chanse y tengas otro hermanito o hermanita. - Le hablé y él se rió. - Ay que bonito.

- Te ves bien siendo mamá.

- Gracias, pero aquí también entras.

- ¿Qué? - Sonrió burlón.

- No tonto, tú también los tienes que cuidar.

- Ah si, ¿Te ayudo con Ivanna o con el bebé?

- Con Ivanna, porfavor.- El la cargo y cerró la puerta para pasar.

- ¿No está tu hermano? - Me preguntó.

- No, iba a llevar a mis sobrinos a un parque y no sé a que hora regresen.

- Muy bien, ¿Y Pocho qué te dijo?

- Que viene por ellos el lunes, me dejó lo necesario para los niños y las llaves de su casa por cualquier cosa.

- ¿Viene el lunes por ellos? - Alzó una ceja.

- Sí, al parecer saldrán de la ciudad y regresan el lunes, creo que por la noche.

- ¿Entonces no irá al entrenamiento mañana?

- Pues no.

Y recordé lo que dijo la amiga de Natalia y solo me le quede viendo sin decir nada más.

Se la había besado, con la misma boca que me beso a mi.

Todos iguales.

- ¿Estás bien? - Me preguntó.

- Sí, todo bien.

- ¿Neta?

- Sí, Alan, todo bien.

- Andamos vibrando bajo. - Le murmuró a Ivanna e Ivanna en su mundo. - ¿Entonces los tendremos todo el fin de semana? - Asentí. - ¿Seremos papás "falsos"?

- Algo así. - Le dije confundida pues no sabía cómo llamarlo.

- No, ya sé, veámoslo como una práctica para el futuro.

- ¿Para cuando cada quien tenga su familia?

- No, cuando tengamos nuestra familia. - Recalcó las últimas palabras.

- No estaría tan segura de eso. - Murmuré levantandome para ir a dejar al bebé en la carriola.

- ¿Por qué? - Me siguió con Ivanna en brazos.

- Ah, no lo sé, quizá porque te besaste con la amiga de Mari.

Yo a lo que voy, bebé.

- ¿Con quién? - Me miró atento.

- Con Nat, la amiga de Mari.

- Ah...

- "Ah." - Lo imité. - ¿Es cierto?