025.¿quieres ser mi chava?

1.6K 143 46
                                    

MARATON 04/04



Alan's versión:

Hoy era el día, le había mandado mensaje a Dani, pero no me respondía, solo me ignoraba, ahora sé cómo se sintió ella cuando no le respondi anoche, pero si lo hacía le iba a contar todo y se iba a arruinar su sorpresa.

Ya estaba con los chicos y cada uno traía lo que habían dicho que llevarían, Gago ya tenía a Dani encerrada en su oficina para que no viera y Gago nomás nos dio 30 minutos para hacer esto y en ese rato también me le tenía que declarar a Dani, o de lo contrario nos haría correr más tiempo.

Lo único que faltaban eran los chocolates de la oficina de Gago. Yo había comprado, pero los chocolates de con Gago eran de allá de Argentina y estaban bien buenos, pero no nos daba y claramente nos lo íbamos a robar.

- ¿Comenzamos la operación “Danilan”? -Pregunto el tiba-

- Ora, pues ni que fuéramos hombres de negro. - Dijo el piojo.

- Pues si somos negros. - Dijo el Tala.

- No al racismo.

- If not to racism //Si, no al racismo. - Dijo Cowell, como entendió, quién sabe.

- Ora, ¿de cuando acá sabe español?

- No sabe, nomás entiende lo que le conviene, miren, Cowell, ¿Me prestas dinero? - Le dijo el Cone.

- I don't understand you / No te entiendo. -
Y se hizo tonto.

- Ven, lo que les digo.

- Ohh, bueno ya... préstame la cartulina Pocho, Yael los plumones. - Los mencionados hicieron caso y me dieron las cosas. - Empecemos con esto.

¿Cómo les digo que el letrero quedó con unas letras más grandes que las otras?

Creí que sería más fácil, pero no y eso que me tomo quince minutos hacerlo, los otros nomás me veían y me juzgaban diciendo "te quedó bien feo.", "Mejor nadota."

Mandé a Yael y al tiloncito a la oficina de Gago por los chocolates.

Dani's versión:

Que hueva de día, Gago me había puesto hacer papeleo en su oficina y no podía salir hasta que terminara o me bajaría mi sueldo, cosa que no puedo permitir, no, no, no.

Me faltaban como cincuenta papeles y llevaba dentro como dos horas desde que llegué, cuando Yael y Mateo entraron corriendo a la oficina.

- Dani, que milagro.

- Dichosos los ojos. - Me saludaron.

- Hola, ¿Qué se les ofrece? - Los miré.

- Si... eh, veníamos por. - Se miraron cómplices.

- Tengo una duda. - Yael se me acercó.

- ¿Qué pasa? - Él se acercó y me dio la mano para que me levantará, me levanté y el puso su brazo por mis hombros y me guío hacia la ventana.

𝗠𝗔𝗗𝗢𝗡𝗡𝗔-𝐀𝐥𝐚𝐧 𝐌𝐨𝐳𝐨-¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora