𝗠𝗔𝗗𝗢𝗡𝗡𝗔-𝐀𝐥𝐚𝐧 𝐌𝐨𝐳𝐨-¹

38.Llamadas perdidas

Dani's version:

Era Alan. Me quedé congelada, no podía contestar. Dejé que la llamada se fuera al buzón de voz, mientras miraba la maleta a medio hacer.

Madrid me esperaba, pero... ¿qué iba a pasar con lo que dejaba aquí?

Pero mi teléfono seguía sonando y sonando,ya tenía varias llamadas perdidas y como para aprender está la escuela, le contesté.

Cuando contesté, el silencio al otro lado de la línea me hizo estremecer. ¿Por qué sentía que ya lo sabía todo, pero no estaba lista para escucharlo?

- Hola, Dani. - dijo Alan, con esa voz que solía calmarme, pero que ahora sonaba distante.

- Hola... - respondí, mordiéndome el labio mientras miraba la maleta a medio hacer.

Hubo otro silencio incómodo, como si ambos supiéramos que las palabras que venían iban a doler. Finalmente, él rompió el hielo.

- Necesito pedirte perdón. - empezó, su voz temblando ligeramente -. Por lo del otro día ... cuando llegué con ella.

Sentí un nudo en la garganta al recordar esa escena. Verlo con otra había sido como una puñalada.

- Alan... - intenté hablar, pero él me interrumpió.

- No fue justo para ti. No quise lastimarte, lo juro. Pero... en el fondo creo que ambos sabíamos que esto no iba a funcionar.

- ¿Que no íbamos a funcionar? - Le dije. -
Alan, si tu hubieras querido esto si hubiera funcionado, éramos el uno para el otro.

- Quizá nunca fue así y solo nos dejamos llevar... que estemos así...

- ¿Que estemos así? El que estemos así, el que esté yo así, es tu culpa, Mozo.Y dame las gracias por haberte respondido porque estoy muy enojada contigo. Te odio.

El nudo en mi garganta se apretó aún más. Quería gritarle más, decirle que había sido injusto, que me había hecho sentir horrible. Pero él siguió hablando, su voz bajando de tono, cargada de tristeza.

Ignoró lo que le dije - y yo te amo Dani. - Sus palabras me golpearon como una ola fría-. Te amo más de lo que puedes imaginar, pero... ahora tú te vas, y yo...estoy con Fer. Ni siquiera soy capaz de esperar o mantenerme firme cuando las cosas se ponen difíciles.

Me quedé en silencio. Sentir que me decía "te amo" y al mismo tiempo rompía con todo lo que habíamos construido era casi cruel. Las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas antes de que pudiera detenerlas.

- Alan... - logré decir, con la voz quebrada-. No sabes lo difícil que esto es para mí también.

- Lo sé, lo sé - respondió él, con dolor en cada palabra. - Pero te mereces más que un tipo que aparece con otra chica porque está asustado. Mereces más de lo que yo puedo darte ahora. Tú tienes todo un futuro allá, y yo no quiero ser la razón por la que te frenes.

El silencio volvió a caer entre nosotros. Esta vez, no tenía nada más que decir. Sabía que tenía razón. Sabía que lo amaba también, pero que no podía aferrarme a algo que ya no estaba funcionando.

- Lo siento tanto, Dani... - murmuró Alan, su voz apenas audible. - Te amo, pero no podemos estar juntos.

- Yo también lo siento - respondí, y aunque quería decir más, las palabras se quedaron atrapadas en mi garganta.

Y antes de que pudiera reaccionar, la llamada terminó. Me quedé mirando el teléfono, las lágrimas cayendo silenciosas. Alan me amaba, pero eso no bastaba para mantenernos juntos. Madrid me esperaba... pero el amor que sentía por él ya no tenía un lugar en ese futuro.