Capítulo 5

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Ella se levanta de entre el público por el llamado de su padre al altar, lo más curioso es que va vestida de azul como en mi sueño y por supuesto con su collar de perlas.

—Hoy es un día especial, ¿cuántos dicen amén? Toda gloria y honra es para el único que es merecedor de ella, Jesucristo: Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
Colosenses 1:15-16

No podría explicar lo que siento al escuchar un versículo... sobre todo cuando habla de Jesús. Antes había escuchado, pero ahora mi corazón puede entenderlo y se regocija con ellos.

Los nervios corren desde los pies hasta mis manos, he decidido seguir a ese Cristo del que me hablan. Dicen los evangelicos que podré conocerlo en cuanto lo acepte.

¿Cómo será?

—Digo, «hoy es un día especial», porque en el cielo los angeles celebran el arrepentimiento de un pecador que ha tomado la decisión de seguir a Jesús...

Es ahí cuando me levanto del asiento y media iglesia gira a mirarme sorprendidos, pero luego sonríen, entonces se levantan conmigo y me siguen hasta el altar, cosa que no comprendo.

—¿Listo, Isaías? —pregunta el pastor.

— Dígame, señor pastor, ¿alguna vez alguien ha estado listo?

Él sonríe y suelta una carcajada.

—No, hijo. Nadie está listo para seguir a Cristo, apenas este es el comienzo del camino a la salvación.

—Mi mente no deja de repetir que esto es una locura... O sea, ¿salvación? ¿Pecador? Yo, es... interesante.

Él asiente.

—Yo sé que esto puede que te parezca una locura, pues tu mente natural así te lo hace ver, pero cuando recibas el bautizo verás la gloria de Dios.

—Cuando era niño me bautizaron, e incluso, mi madre me obligó a hacer la primera comunión.

—Bueno, esas cosas no tienen respaldo bíblico. Y sí, claro que vas a bautizarte en su momento con agua, pero ese no es el bautizo del que te estoy hablando.

—¿De qué me habla? No comprendo...

—Juan el bautista dijo una vez: Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Mateo 3:11

—Me dice que seré...

—Así es, bautizado con el Espíritu Santo, ¿si el no viniera a ti cómo sabrías que esta doctrina es verdadera? Isaías, debes saber que apartir de este momento el mundo te va a rechazar, así como lo hicieron con el maestro. Recuerda que ningún siervo es mayor que su señor. Si a Él lo persiguieron, incluso lo mataron, también puede pasarnos.

Sus palabras aunque debieran asustarme, solo me dan un sentir de seguridad, como si dentro de mí algo me dijera que todo va a estar bien.

—¿Qué debo hacer después de aceptarle?

—Seguir viviendo —sonríe con condescendencia—. Pero ahora bajo los mandatos del Señor. Él dice en su palabra que el que lo ama, su palabra guardará. Nosotros no te vamos a prohibir nada, tú eres grande para saber entre lo bueno y lo malo. Pero ahora también debes discernir entre lo que te edifica el espíritu y lo que no lo hace.

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