The dragon and the wolf. ━━ Cregan Stark.

XIV.

122 d.C. King's Landing;

A green wedding.

El año 122 tras la conquista recibió a la casa Targaryen con un nuevo dilema ocasionado por nada más y nada menos que el primogénito varón del rey.

El promiscuo joven había sido encontrado a las afueras de la Fortaleza Roja, demasiado ebrio como para mantenerse en pie. Al parecer, regresaba de una noche de aventuras en algún burdel de la ciudad.

Su aventura causó revuelo ante la idea de que el quinceañero engendrase algún bastardo con alguna puta. La reina, la Mano y el Consejo dieron con la solución más rápido de lo que se esparció el rumor de la aventura de Aegon; era hora de casarlo.

La pregunta ahora era, ¿quién sería la novia?

Mientras el Consejo Real se debatía entre señoritas de grandes casas, el rey tenía en mente a alguien más cercano: su sobrina, Viserya. Sabía que Aegon le daría problemas si lo casaba fuera de la casa Targaryen por su forma tan liberal de ser, además, esperaba que la boda uniera ambos bandos de su resquebrajada familia.

La reina casi desfalleció ante la simple idea.

Se negó rotundamente, asegurando que el rey no tenía idea de lo que era mejor para sus príncipes. Si bien compartía la idea de que el novio debía casarse en la familia, la reina propuso a su hija Helaena de trece años. Por no argumentar sobre la bastardía de Viserya, defendió que su hija era más adecuada ya que era mayor y estaba más cercana en edad de Aegon, siendo menor que él por dos años a diferencia de Viserya, que era menor por tres.

Además, Helaena ya había florecido y estaba lista también para un matrimonio.

El rey cedió ante su esposa por querer darle gusto, llevaban disgustados mucho tiempo y pensó que sería bueno para su familia. Pensó, erróneamente, que todos celebrarían éste nuevo compromiso.

Los primeros en negarse a la idea fueron Aegon, el novio, y sorpresivamente, Viserya, la sobrina del rey.

━Debemos hacer algo. ━Murmuró Viserya entre dientes, mientras Helaena continuaba con su bordado.

La Septa se lo había dejado como tarea, algo que Helaena obedecía firmemente, tal y como su madre le había enseñado.

Ambas se encontraban en los jardines privados, bajo un roble que les proveía de suficiente sombra para apaciguar el calor que embargaba a la ciudad. Viserya se encontró extrañando el frío del norte.

Resultó que la nevada que había experimentado estando allá fue solo un evento antinatural. Tan pronto como la Targaryen abandonó el Norte, la fuerte nevada cesó y el norte regresó a su temperatura normal. El invierno no se acercaba.

━¿Qué podemos hacer? ━Cuestionó Helaena, tan distraída y desinteresada como siempre.

Viserya observó únicamente la parte trasera del bordado, pues con su cabeza en las piernas de su prima no podía ver su rostro. La aguja perforaba la tela y el hilo la seguía, antes de subir y volver a repetir.

A los ojos de Viserya, Helaena parecía no comprender la catastrófica situación en la que se encontraba.

━Ya hablé con mi tío pero... ━Habló desganada, mientras cerraba los ojos.