VI.

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120 d.C. Dragonstone;


The Cannibal:


Viserya llevaba ya tres días en la fortaleza de Dragonstone. La princesa Rhaenyra había arreglado que compartiera clases con sus hijos y las gemelas, por ende pasaba la mayor parte de sus días con los chiquillos.

Pero eso no logró que se acercaran.

El recelo era injustificado, claro está, pero para ella era lo correcto dado que Aemond la rescató. Era su salvador.

Las clases en particular, notó la princesa, eran distintas a las que tomaba en King's Landing. En Dragonstone no le imponían la fé en sobremanera como en la fortaleza roja. Sí hablaban sobre los Siete, pero también sobre los Antiguos Dioses, sobre el Dios Ahogado, los distintos dioses que se adoraban cruzando el Mar Angosto y los de la vieja Valyria.

Y, por pedido de Daemon, Viserya comenzó a tomar clases de Alto Valyrio, algo que a la princesa le llamaba la atención.

Los Maestres y Septas en Dragonstone también eran distintos a los de la fortaleza, pues no la miraban con desdén. La trataban con el respeto que el título de “princesa” le merecía. Al menos en esos aspectos la princesa prefería Dragonstone.

En cuanto a sus hermanas....

Las gemelas estaban encantadas con la idea de tener una hermana mayor, por ello no se separaban de su lado. La invitaban a cada juego y le enseñaron el castillo. Viserya comenzaba a notar lo buenas niñas que eran, pero en su mente rondaban las palabras de su primo.

«Todos ellos lo atacaron. Le sacaron un ojo. ​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​━Recordaba la princesa. ​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​━Pero, son solo niños... ¿cómo pudieron hacer algo así?»

Lo cierto es que Viserya no conocía la historia completa. Quería mucho a Aemond y le costaba no mirar mal a los Velaryon, pero también reconocía que Aemond no era el mejor al juzgar a las personas, ya lo había visto con los Stark y con lord Beesbury.

«Pero perdió el ojo.»

La princesa se encontraba en un dilema.

Intentando concentrarse en algo más, rebuscó entre los libros de la biblioteca de Dragonstone. Su lección había terminado antes que la de los demás, inesperadamente le gustaba aprender sobre Valyria, sobre todo lo que había cruzando el mar. Después de todo era parte de lo que ella era, si bien no podía saber sobre las raíces de su madre, podía aprender sobre las de su padre.

Un libro polvoriento, de pasta negra y dura que asemejaba escamas le llamó la atención. Lo tomó de la estantería y se acercó a una mesa un poco más alejada de los demás, aunque lo suficientemente cerca para escuchar a Lucerys repetir algunas palabras en Alto Valyrio.

Cuando lo abrió notó que era un tipo de glosario, pero sobre dragones.

Empezaba con una narrativa sobre su labor con los señores dragón en la vieja Valyria. Tras la caída es que la historia daba un salto hasta Dragonstone, se adelantaba varios años y señalaba como principal al gran Terror Negro, Balerion. La montura del rey Aegon el Conquistador daba como inicio a la larga lista de dragones que el libro señalaba.

The dragon and the wolf. ━━ Cregan Stark. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora