XVII.

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124 d.C. King's Landing;


Enough.


━.... si le añade alguna de esas especies en mayor cantidad, los resultados podrían ser catastróficos. ━Terminó de advertir el Gran Maestre, mientras Viserya terminaba de anotar cada una de sus palabras.

━¿Catastrófico? ━Preguntó ella con curiosidad.

━Sí. Me temo que podría resultar en una hemorragia grave o, en mayor severidad, la completa infertilidad. ━Explicó el mayor, peinándose la barba mientras parecía pensativo.

Viserya había tomado gran interés en las hierbas medicinales, así como también en los distintos tipos de veneno y sus usos. No todo veneno era para matar. Justo en ese momento, el Maestre le enseñaba como preparar un té de luna, usado mayormente para acabar con embarazos no deseados.

La princesa terminó de tomar nota y asintió, esperando que el mayor prosiguiera, sin embargo, el sonido de la puerta abriéndose captó su atención. Uno de los maestres en la corte, usualmente a cargo de los cuervos mensajeros, se acercó a la princesa y se reverenció.

━Un mensajero llegó, han traído dos cartas para usted, princesa. ━Informó, extendiendo los sobres hacia ella.

Viserya le sonrió y tomó los sobres con entusiasmo, a sabiendas de dónde provenían. El norte. No hacía mucho ella había enviado sus cartas y ya era momento de recibir respuesta.

━Continuaremos con la lección después, princesa.

Ni bien el Maestre Mellos terminó de hablar, Viserya ya se retiraba del salón. Con sus cartas escondidas entre su libro de apuntes, se dirigió al Bosque de Dioses, donde usualmente leía las cartas que el joven lobo y su hermana le enviaban.

Viserya le había tomado gusto a la soledad que el Bosque de Dioses le brindaba. No era muy concurrido por los señores y señoras de la corte, por ende tampoco lo era para los sirvientes. Nadie la molestaba ahí.

Nisiquiera Aemond.

Su primo se había alejado de todos desde aquella vez que Viserya lo vio junto a Aegon, yendo hacia Flea Bottom. Sabía que nada bueno había resultado de aquella salida, pero tampoco lograba saber qué sucedió con exactitud para que su primo se aislara de todos. Se centraba más que nunca en sus estudios y entrenamientos, tanto que incluso cuando ella lo buscaba, él estaba ocupado.

Esperaba que él eventualmente hablara con ella, pues lo último que quería era presionarlo.

Sentada bajo la sombra del árbol corazón, Viserya observó ambas cartas antes de abrir la del sello azul, la que era su prioridad. La de Cregan Stark. Sus ojos violetas centelleaban con impaciencia de saber lo que él había escrito, de su puño y letra, únicamente para que ella lo leyera. Únicamente para ella. Con el corazón acelerado y sus mejillas teñidas de rosado, sus ojos divagaron por la carta rápidamente antes de volver al inicio, comenzando a leer detenidamente.


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124 d.C. Winterfell.
Para la princesa dragón:


Querida Viserya, el tiempo pasa velozmente y yo sigo plantado en el mismo lugar en el que me dejaste la última vez que nos vimos. Me encuentro recordando el tiempo que pasamos juntos y preguntándome constantemente el cómo estás, si te enfadas o si algo te entristece. Me temo que tus palabras a través del papel ya no son suficientes para satisfacer las dudas que llenan mi cabeza. Desearía poder verla pronto, princesa.

The dragon and the wolf. ━━ Cregan Stark. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora