MOMENTOS FURTIVOS (TEMPORADA 4)

4x04 Paraíso

"Escuchen, si tienen hambre conozco un restaurante indio bastante bueno que está abierto toda la noche"

"No puedo, tengo una cita"

"¿Tienes una cita? ¿Con quién?"

"Mi jacuzzi"

"Eso suena como una fiesta"

"No estás invitado"

(Reid, Emily y Morgan)

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— Invita la casa.

Ni Morgan y Emily tenían intención de probar las "famosas rosquillas de Flo's" pero una vez que Betty, la entusiasta camarera, se las sirvió junto a un apetecible café, no hubo forma de que las rechazaran.

El local estaba repleto y ni siquiera era aún la hora del almuerzo en Sherwood, Nevada, donde el equipo había acudido para capturar a un asesino de parejas. La última Jonathan y Rebecca Gallen, cuya foto había reconocido Betty.

Los agentes intercambiaron una breve mirada, antes de lanzarse a probar sus respectivas rosquillas, no sin antes informar a Hotch sobre su descubrimiento.

— Están tan buenas como promete el cartel de la puerta...— Reconoció Emily mientras tomaba un sorbo de café. Luego señaló hacia el teléfono de Morgan, que se hallaba sobre la barra— ¿Qué ha dicho Hotch?

— Van a investigar los moteles de la zona— Informó Morgan y acto seguido acabó con la mitad de su rosquilla de un solo bocado.

Lo cierto era que no podían entretenerse demasiado tiempo. El resto los esperaba en la comisaría.

Emily echó un vistazo rápido a través del amplio ventanal de la cafetería, desde donde ya podía apreciarse una zona de bosque.

— Al margen de los asesinatos, el lugar es muy bonito. El lago Tahoe es realmente hermoso.

Morgan alzó una ceja con diversión.

— Creí que tú eras más de jacuzzi.

Y ella alzó las dos, abriendo la boca en un gesto de incredulidad.

— Sigues sin estar invitado, Morgan— Bromeó finalmente.

Él se encogió de hombros, jugueteando con la taza de café. Aquella conversación había tenido lugar justo antes de que J.J. les presentara el caso. Habían estado hablando de sus planes, y Emily había rechazado el ofrecimiento de Reid para ir a comer, alegando que tenía una cita. Para sorpresa de Emily, Morgan no había tardado en preguntarle con quién, no sabía muy bien si por verdadero interés o por simple curiosidad. En cualquier caso, ella había acabado confesando que su cita era con su jacuzzi, dejándole claro que no era bienvenido a la fiesta.

Permanecieron en silencio, mientras terminaban de tomarse el café y salieron del local. Su vehículo se encontraba aparcado justo a la puerta de éste. Morgan se sentó en el lado del conductor como siempre solía hacerlo, y esperó a que Emily rodeara el vehículo y ocupara el asiento del acompañante.

Cuando Emily se colocó el cinturón de seguridad, Morgan hizo un amago de girar la llave en el contacto, pero en el último segundo desistió y simplemente se quedó mirándola, dubitativo.

Suspiró suavemente antes de comenzar a hablar.

— No me hubiera importado...— Comenzó — Quiero decir, que esa cita hubiera sido con alguien en lugar de con tu jacuzzi... Me habría alegrado por ti – Le aseguró y luego sonrió— Bueno... Me habría burlado un poco pero en el fondo me habría alegrado por ti.