MOMENTOS FURTIVOS (TEMPORADA 4)

4x17 Demonología

"Gracias"

"Siempre"

(Emily y Derek)

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Las palabras de Morgan resonaron en su cabeza mientras pulsaba el timbre de la casa de éste. Había recibido un mensaje de texto durante su visita a John en el hospital con un simple "¿Necesitas compañía?", y aunque en un principio había pensado contestar escuetamente, finalmente no fue capaz de mentirle a Morgan haciéndole creer que se encontraba bien.

Todo lo contrario.

Tal vez había sido la tensión acumulada del caso, tal vez el hecho de haber vuelto a ver a John después de tantos años, o tal vez tomar consciencia por primera vez de que nunca volvería a ver Matthew.

Lo único que sabía era que la presión en su pecho había ido en aumento desde que había salido del hospital, y de algún modo, sus pasos se encaminaron hacia la persona que había utilizado con ella la misma palabra que una vez había utilizado Mathew en el peor momento de su vida "siempre".

Mathew siempre había estado ahí para ella, y ahora Emily tenía la certeza de que Derek siempre estaría ahí para ella.

Derek abrió la puerta.

— Sí, creo que me gustaría un poco de compañía.

La confesión honesta de sus sentimientos le resultó tan natural como si hubiera estado frente a Mathew. Permaneció en silencio, esperando su reacción y sabiendo que podía confiar en él.

— Pasa.

Morgan se hizo a un lado para dejarla entrar. Emily sabía dónde vivía, pero en realidad no había estado allí nunca. Siempre era Morgan quien la visitaba, así que a éste le pareció normal que ella necesitara un momento para adaptarse.

Recorrió la estancia, decorada con piezas antiguas similares a las que solía utilizar en las viviendas que restauraba, y finalmente se quedó de pie frente a él, con el dolor acumulado en su pecho y las lágrimas contenidas en sus ojos.

— Te pareces a él... Creo que por eso he venido.

Derek le dirigió una mirada confusa. Había descartado a John Cooley. Se había dado cuenta de que Emily no se encontraba cómoda con él. Sólo podía estar hablando de su amigo Mathew Benton, pero no sabía bien a qué se refería. En realidad, no había profundizado demasiado en su vida, pero durante la investigación había quedado claro que tenía problemas con las drogas.

— ¿A Mathew?

Ella asintió. Cruzó los brazos como si tratara de protegerse a sí misma.

— Es curioso... La camiseta que te presté el otro día, era suya... — Reveló, ante la mirada intrigada de Morgan— Mathew podía ser obsesivo... Pero era protector, honesto y leal. Me ayudó en el peor momento de mi vida, y siento que no estuve ahí cuando lo necesitó...

Morgan no quiso interrumpirla, dejó que divagara en alto, hasta que Emily fijó su atención en la terraza que se conectaba con la sala.

— Ven, salgamos fuera...— La instó, y la guio hasta allí, con su mano rozando apenas su cintura. Emily se acomodó en un banco balancín, y poco después ambos estaban sentados, bajo la luz de la luna.

Morgan la notó temblar, no estaba seguro de si por el frío o por la angustia. Rodeó sus hombros y la estrechó contra él, esperando que sirviera para reconfortarla. Emily no era una persona demostrativa, no exteriorizaba fácilmente sus sentimientos y quizás esa pequeña muestra de debilidad era lo más que iba a obtener de ella en toda la noche.