MOMENTOS FURTIVOS (TEMPORADA 4)

4x15 La Recapitulación de Zoe

"Debo preguntarte sobre tu vida sexual"

"Eso es personal"

"Tu novio es un asesino en serie. La relación entre ustedes dejó de ser privada"

(Emily y Linda)

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— ¿Ves a alguien?— Preguntó Morgan

— No... Todo está tranquilo.

Hotch había enviado a Emily y a Morgan a vigilar la zona donde residía el sudes, mientras él, Rossi y Reid registraban su vivienda vacía. Ese era el motivo por el que ambos se encontraban en el vehículo conducido por Derek, a aquellas horas de la noche.

Morgan detuvo el vehículo al llegar a la altura del Parque Cedar, y ambos se mantuvieron en actitud vigilante. Sin embargo, la noche era oscura y no se apreciaba ningún movimiento en los alrededores. Era imposible adivinar dónde iba a atacar, pero un parque siempre tenía más opciones que otros lugares menos solitarios.

— Es desesperante saber que Olson puede estar ahí fuera agrediendo a alguien y no poder hacer nada más que sentarse aquí a esperar...— Se lamentó Emily. No le gustaba la vigilancia nocturna. Por normal general, sólo servía para perder un tiempo valioso— Siempre acabo con el cuerpo entumecido.

Sin apartar la vista del Parque más que fugazmente para lanzarle un guiño, Morgan sonrió.

— Siempre puedes tomar un baño relajante en tu jacuzzi.

— Mmm....

Eso fue todo lo que salió de los labios de Emily, y fue precisamente eso lo que despertó la curiosidad de Morgan, porque no había sonado a un pensamiento gratificante, sino más bien a algo desafortunado.

— Puedo darte un masaje si el jacuzzi no es suficiente— Le propuso de forma traviesa.

Emily resopló.

— Está averiado... Gotea— Confesó un poco avergonzada. Se le había averiado hacía semanas y siempre estaba demasiado ocupada como para encargarse de ello— He tenido que cerrar la llave de paso.

La miró con asombro.

— ¿Estás sin agua?

— No... Afortunadamente tiene su propia llave de paso— Le aclaró. Y eso había sido una suerte, puesto que de otra manera, se habría quedado sin poder utilizar el baño— No he tenido tiempo de llamar a un fontanero.

— Es el karma por no invitarme – Bromeó él en un principio— No, en serio...Puedo ayudarte con eso, si quieres...— Expuso— Podría pasarme el fin de semana.

Emily estaba bastante impresionada. Se había preparado para una de sus respuestas maliciosas pero en lugar de eso, se encontró con un ofrecimiento sincero. Aun así, no estaba muy segura de que fuera buena idea aceptar su propuesta. La idea de Morgan y ella junto a un jacuzzi en el baño de su apartamento resultaba demasiado intimidante.

— Gracias... Pero no querría estropear tus planes...

No tenía ni idea de qué planes podría tener Morgan, pero Emily siempre asumía que al menos existían.

— No estropeas nada— Insistió él— Estaré encantado de ayudarte...— Vaciló un instante— ¿O es que te incomoda que vaya a tu casa?

Emily se mordisqueó el labio inferior. ¿Qué se suponía que debía decir ahora?

— Claro que no – Dijo, aunque en su mente no había tanta certeza. Contuvo el aliento luchando contra su inseguridad— Está bien... Pero tendrás que dejar que te invite a comer.

Fue tarde cuando Emily se dio cuenta de que acababa de empeorar la situación, pero ya no podía dar marcha atrás, máxime cuando notó que Morgan asentía en señal de acuerdo.

— Me parece justo...— Aceptó antes de que ella pudiera arrepentirse— ¿Te viene bien el sábado por la mañana?

— De acuerdo...— En su cabeza ya estaban formándose todo tipo de cosas "problemáticas" que podrían suceder— Entonces, supongo que almuerzo... ¿Comida china? ¿Pizza?

No podía explicarlo, y además era absurdo. ¿Por qué estaría nerviosa por pasar tiempo con Morgan fuera del trabajo? No sería la primera vez, no tenía sentido.

— Oh... ¿No vas a cocinar tú?... Qué decepción.

Ella amplió sus ojos. No esperaba aquella petición. Por supuesto lo estaba haciendo para fastidiarla. De todos era conocido que Emily tenía aversión por la cocina. No la engañaría aunque se esforzara por mostrar aquel gesto descaradamente desconsolado.

— ¿Crees que no soy capaz de cocinar?

Él se echó a reír

— ¿Lo eres?... — Se burló con descaro.

Su expresión atónita era tan exagerada, que sólo consiguió exasperar a Emily. ¡Por supuesto que era capaz de cocinar! ¿Qué se había creído?

— Sin que sirva de precedente, cocinaré para ti— Aceptó el reto— Pero más te vale que mi jacuzzi quede perfecto.

— La duda ofende...— Respondió él— Y luego cocinarás para mí...— Alzó una ceja y una media sonrisa asomó a sus labios— Incluso después podríamos ver una película....

Sí, claro... Una película. Y acabarían durmiéndose en el sofá. Emily no tenía intención de pasarse todo el día en compañía de Morgan.

— No te pases...— Le regañó— No es una cita....

Morgan mantuvo en su rostro aquella expresión traviesa, y la miró a los ojos.

— Tranquila... Sé que sólo es...— Dejó en el aire la definición de lo que se suponía que sería aquel encuentro, dándole la oportunidad a Emily de que buscara la palabra correcta.

Emily titubeó, mientras urgía a su mente a dar con una respuesta que no resultara comprometida. No debería haber sido difícil, después de todo, sólo se trataba de invitarlo a comer a cambio de que reparara su maltrecho jacuzzi.

— Una transacción...— Declaró con tono satisfecho.

Sí, una transacción. Sólo eso. ¿Entonces por qué se sentía como si no fuera sólo una transacción?

— De acuerdo, una transacción... Me gustan las transacciones... ¿Tengo que firmar algo?

Emily tuvo que soportar su tono condescendiente. No tenía intención en entrar en una discusión dialéctica sobre el uso de metáforas para eludir temas espinosos.

— Me fiaré de tu palabra...— Lo miró fugazmente, sin perder de vista el parque — Pero que te quede claro que no voy a acurrucarme al calor de tu hoguera...

Morgan notó perfectamente cómo trataba de ocultar una sonrisa. Así que, después de todo, no estaba dispuesta a renunciar a sus juegos.

— Ya lo veremos...

Ella negó con la cabeza

— No, no lo veremos...

Pero era evidente que Morgan no opinaba igual.

— No puedes saberlo... Y por cierto... Mi ofrecimiento de un masaje sigue en pie.

Emily resopló. Sí, estaba segura de que seguía en pie.

— Derek...

Éste apartó la vista del parque para mirarla.

— ¿Qué?

— Vámonos de aquí... — Señaló hacia el exterior – Ahí fuera no se ve nada...

Claramente Emily había vuelto al tono profesional, y teniendo en cuenta que la única razón por la que se encontraban en aquel lugar a aquellas horas era para localizar al sudes, Morgan estuvo de acuerdo.

— Está bien...

Morgan condujo a través de las calles de Cleveland, y pocos minutos después recibieron una llamada de Hotch advirtiéndoles de que el sudes podría hallarse precisamente en la zona del Parque Cedar, por lo que dieron la vuelta y regresaron allí, donde poco después conseguían detenerlo.

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