Entra en la luz del día y déjalo ir - serendipitysirius

capítulo veintiuno - solo quiero vivir en este momento para siempre

Notas del autor original al final del capítulo. Notas del autor:

advertencias de contenido: duelo / luto, referencias a la muerte / experiencias cercanas a la muerte

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Regulus

You came out the blue on a rainy night (no lie)
I'll tell you how I almost died
While you're bringing me back to life
I just wanna live in this moment forever
Cause I'm afraid that living couldn't get any better
Started giving up on the word "forever"
Until you gave up heaven, so we could be together
You're my angel (angel baby, angel)

31 de octubre de 1982

Halloween iba a ser un día difícil para James.

Habían pasado tres semanas desde que él y Regulus habían confesado su amor el uno por el otro. Pero una idea errónea sobre el amor es que milagrosamente lo arregla todo. Comúnmente, pero no siempre, la mente, el amor es visto como el ser todo y el final de todo. La solución al final de una película; el final feliz para siempre de un cuento de hadas.

Pero el amor no es así. Al menos, no según los estándares de Regulus.

Durante tanto tiempo, el amor era un territorio que nunca había caminado. El amor era algo que nunca se le había extendido. La única persona a la que Regulus había amado era Sirius, y eso fue solo porque su hermano lo amaba. E incluso eso parecía ser algo que desapareció cuando Sirius se escapó.

Posiblemente incluso antes de eso. Posiblemente incluso cuando Regulus se clasigó en Slytherin.

Por supuesto, Regulus sabía ahora que Sirius nunca había dejado de amarlo. Y que él tampoco había odiado a Sirius de la manera que había pensado cuando era adolescente.

El odio y el amor bordean el mismo campo de batalla a veces, ¿verdad? Las líneas se difuminan hasta que uno no está muy seguro de si la fuerte emoción que sienten por alguien es amor u odio.

Regulus había sido lo mismo con James. Su supuesto "odio" por el hombre se había desvanecido en un instante, la misma noche en que James había tropezado con el piso de Sirius y Remus con un niño sin madre en sus manos y un corazón en ruinas.

Regulus se había tomado de la mano, entonces. Respiró con él hasta que James se estableció al menos. Lo dejó caer poco después, por supuesto. Pero no había sido capaz de dejar caer las diferentes emociones que florecían dentro de él tan fácilmente como una mano.

Y ahora, aquí estaba. Un año después de esa fatídica noche. Con James Potter acostado en la cama a su lado, el sol de la mañana de Halloween se filtra a través de las persianas.

James Potter, a quien amaba. James Potter, que lo amaba de nuevo.

Pero el amor no arregla ni siquiera las cicatrices más profundas. Ayuda a la gente a superarlos, claro. Incluso puede coser las heridas que sudan, le encanta punción de la piel hasta que se sienta entera una vez más. Y, sin embargo, las cicatrices no desaparecen.

Regulus, James y Harry lo conocían demasiado bien.

"¡PAPÁ!"

La puerta del dormitorio de James se abrió cuando un niño de dos años se derrumbó en la habitación, con pasos que acompañaban a su entrada. James se movió instantáneamente desde donde había estado durmiendo junto a Regulus, que lo había estado observando durante un tiempo. Siempre se ha levantado temprano.