Entra en la luz del día y déjalo ir - serendipitysirius

capítulo dieciocho - pensé que lo había descubierto

Notas del autor original al final del capítulo. Notas del autor:

advertencias de contenido: breve mención del alcoholismo, menciones / referencias al duelo / duelo, contenido sexual implícito

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James

Come on, come on, don't leave me like this
I thought I had you figured out
Something's gone terribly wrong
You're all I wanted
Come on, come on, don't leave me like this
I thought I had you figured out
Can't breathe whenever you're gone
Can't turn back now, I'm haunted

24 de septiembre de 1982

La vida se estableció, avanzando a la velocidad de la luz y manteniéndose tan relativamente tranquila como el clima otoñal.

Ligero y ventoso con un cepillo de tensión, una chispa de esperanza entre James y Regulus que parpadeaba como una varita defectuosa, pero seguida de los sobres más cálidos de sol después de una tumultuosa ola de calor.

James se acostumbraba felizmente a ver a Regulus por su casa, jugando con Harry o ocasionalmente cocinando y horneando en su cocina.

Regulus no fue necesariamente una característica permanente allí - de hecho, parecía un poco más reservado, un poco descolorido, a lo largo de todo septiembre - y, sin embargo, siempre se sintió como en casa de James.

Cada habitación que Regulus desocupó se sentía un poco más fría, un poco más forzada sin la calidez que inconscientemente trajo con solo estar allí. Ayudando a James con las rabietas de Harry, tirando discretamente botellas innecesarias de Firewhiskey para que, en momentos de recaída, James no pudiera sentirse demasiado tentado.

Lo que, sorprendentemente, no lo era. Pero James estaba bastante seguro de que eso se debía a que estaba bastante más inclinado a emborracharse al ver a Regulus, inhalándolo como una sustancia adictiva.

Me pregunto si el antojo de amor, el anhelo de amar al ángel literal frente a él, alguna vez se desvanecería en nada más que una fantasía pasajera.

James realmente esperaba que no.

Pero, al final del día, habían acordado seguir siendo estrictamente amigos y simplemente ver cómo todo salió primero, en términos del dolor de James y los problemas de inseguridad de Regulus.

Y estaba funcionando porque, por primera vez desde que su vínculo se levantó de las cenizas, el aire entre James y Regulus se sintió asentado.

Era como si finalmente estuvieran en el mismo camino, en la misma ruta.

Sin embargo, James se dio cuenta de que había algo que molestaba a Regulus.

A veces había un pequeño ceño fruncido que arrugaba la piel lisa entre sus cejas cuando regresaba de una reunión con Dumbledore.

O la actitud distraída que parecía haber adoptado alrededor de Harry, como si estuviera pensando profundamente. (Sin embargo, nunca demasiado distraído para darle a los niños pequeños franjas de atención, mente).

James podría decirlo. Siempre había sido bueno viendo los signos, notando cambios en los estados de ánimo porque, durante mucho tiempo, había sido esencialmente el amigo de la terapia.

Pero, a medida que se acercaba el primer aniversario de Halloween y sus costras de dolor comenzaron a desenrocharse de nuevo, estaba demasiado envuelto en sus propias emociones como para tener el espacio de cabeza para hablar con Regulus.