capítulo seis - soy un tonto para ti

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Notas del autor original al final del capítulo. Notas del autor:

las únicas advertencias de contenido son solo referencias generales al dolor y el duelo, breves referencias a la paternidad de mierda de walburga y orion y algunos pensamientos internos bastante angustiados de reg.

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Regulus

This love is tainted
I need you and I hate it
You're caught between a dream and a movie scene
In a way, you know what I mean
When the darts just miss, I just can't resist it
Cause I'm a fool for you and the things you do



12 de agosto de 1982



Desde una edad muy temprana, hubo muchas cosas que a Regulus se le enseñó a entender si quería sobrevivir en la Noble y Más Antigua Casa de los Black.

Un ambiente sin amor donde la crueldad se arrastró por las paredes como hongos, se llevaron los arrebatos de felicidad en puertas cerradas, los antebrazos marcados y los árboles genealógicos destrozados.

Uno de ellos, un concepto bastante normal que Regulus había conocido desde que era lo suficientemente pequeño como para notar el dolor de privación de tacto que se le metaba en sus huesos, era simplemente aceptar que nunca te abrazarían.

De todos modos, no por sus padres. Walburga había sido demasiado fría como para extender un brazo a uno de sus hijos.

Y Orión estaba demasiado ocupado, encerrado en su oficina, para reconocer a los chicos que corrían por su casa, los chicos que no le importaban hasta que tenían la edad suficiente para beneficiarlo.

Sirius lo abrazó, por supuesto. Los únicos buenos recuerdos que Regulus tuvo de su infancia fueron de Sirius, sus fuertes nocturnos y risas silenciosas, brazos y piernas entrelazados mientras creaban su propio espacio seguro lejos de toda la locura.

Regulus había sido un niño propenso a llorar cada vez que Walburga lo castigaba y los brazos de Sirius a menudo habían sido una fuente de consuelo, su hermano mayor siempre estaba allí para atraparlo cuando se caía.

Para Regulus, los abrazos eran algo que venía de y para los hermanos, no para las madres. Y ciertamente no padres.

Otra cosa que a Regulus se le había enseñado a entender era la importancia de las apariencias, de cómo te presentas a otras personas.

Cabeza alta, hombros hacia atrás, expresión estoica. Elegante. Reservado. Intimidante.

Eres superior a todos. Muéstralo. O habrá consecuencias.

Las primeras impresiones de las personas fueron vitales, el primer caso en el que se podía producir un juicio y se podían formar opiniones.

Si no estaban tan fríamente juntos como los de sangre pura que Sirio y Regulus estaban rodeados en su juventud, entonces no valía la pena conocerlos en absoluto.

Abrazos y apariciones. Dos cosas que Regulus sabía cuándo y cómo utilizar en consecuencia, ya que podía caminar y hablar.

Los abrazos eran íntimos y vulnerables, algo "débil" que era únicamente entre él y Sirius.

La autopresentación fue una actuación con guión para todos los que veían a Regulus con cuidado, esperando que fuera una decepción como su hermano.

Entra en la luz del día y déjalo ir - serendipitysirius Donde viven las historias. Descúbrelo ahora