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Warnings: choso x reader fem! Mommy kink, MDNI +18, somnofilia. Se pide discreción.
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Choso, tan necesitado como estaba, estaba absolutamente convencido de que podría pasar mucho tiempo sin sentir la necesidad de enterrarse en tu pequeño y apretado calor. —No puede ser tan difícil—, se encogió de hombros.
Después de todo, pasó tantos años sin alguien a quien amar. Así que cuando Yuuji te presentó a Choso, con el objetivo de que ustedes dos se hicieran amigos, se convirtieron en más. Más que simples amigos.
Choso finalmente tuvo a alguien a quien amar, a quien apreciar, tanto como tú lo amabas y apreciabas. Comenzó a aprender los conceptos y bases de la humanidad contigo y al instante se convirtió en plastilina en tus lindas manos.
cuando le presentaste los abrazos y el sexo, el pobre chico simplemente perdió la cabeza se abrazaban más a menudo de lo que follaban o hacían el amor, pero siempre que se ponían calientes y desagradables, Choso siempre te convencía de calentarlo para que se durmiera después de que terminaran.
—Escuché a unos chicos hablar de algo en público—, murmuró contra tu cuello mientras acariciabas su suave cabello. —Estaban hablando de intentar no tener sexo con sus novias durante el mayor tiempo posible. ¿Quieres intentarlo también?
Aunque sus palabras te sorprendieron, solo te reíste. —¿En serio? ¿Estás seguro de que durarás?—Choso tarareó, apretando el agarre que tenía alrededor de tu cintura. —No puede ser tan difícil—.
sonreíste. —bien. pero eso probablemente también significa que no puedes tocarte, niño bonito.— él levantó la cabeza, mirándote con los ojos muy abiertos. parecía un cachorro perdido. —¿en serio...? ¿no puedo tocarme?—te encogiste de hombros. —sí. ¿qué sentido tiene poder tocarte si estás tratando de durar el mayor tiempo posible sin sexo?—choso suspiró. —oh... tienes razón... estoy seguro de que puedo durar al menos... dos semanas. —¿dos semanas?
Por eso te encontraste sentada en la cara de tu novio mientras montabas su nariz mientras él te sobreestimulaba muchísimo. Ya te viniste al menos tres veces. Y solo en su lengua.
No duró dos semanas. Duró dos días.
Él gimió debajo de ti, su lengua lamiendo ansiosamente tu coño. —Lo siento, es que tienes un sabor tan rico...—Su nariz chocó contra tu clítoris, lo que hizo que te agarraras a la cabecera mientras gemías. —Lo intenté... realmente lo intenté...—murmuró, su bulto se puso dolorosamente duro.
Montaste su nariz, mordiéndote el labio. —Cho, es demasiado...—suspiraste. —Sabes tan bien... quiero quedarme así para siempre...—balbuceó, borracho de coño. —Joder, bebé, voy a correrme otra vez...—gimoteaste.
Ante tus palabras, él se animó. Su lengua lamió tu coño.
con más fuerza. —¿Sí?—suspiró. —Por favor, por favor, por favor, por favor.
—Sólo... sólo vente... necesito probarte tanto...—tarareaste montando su nariz. —Solo han pasado dos días, cariño...
murmuró. —Sí, es demasiado tiempo... te necesito demasiado para venirme sin tu coño por mucho tiempo...
—Bebé, cho', me vengo...—Podías sentir tu coño apretarse alrededor de su lengua. Tus ojos se pusieron en blanco cuando te corriste. Choso gimió y bebió cada gota. —Sabes tan bien... hace que mi boca se estremezca...
Después de un rato, te quedaste dormida mientras te acurrucabas con tu novio. Sin embargo, él estaba inquieto. Podía sentir su polla palpitar bajo las mantas. Necesitaba desesperadamente estar enterrado dentro de ti.
Con un suave gemido de necesidad, besó tu cuello. Lamió tu piel suave y se subió encima de ti antes de separarte piernas y se acomodó entre tus muslos. sacó su polla y lo bombeó unas cuantas veces, lo suficiente para ponerlo aún más duro.
Deslicé tus bragas hacia abajo y las olío, todo el tiempo deslizándose el mismo dentro de ti. Él dejó escapar un gemido silencioso en tu bragas y comenzó a empujar perezosamente. —lo siento... lo siento.
—Quiero decir...—balbuceó contra tu cuello.
Mientras comenzabas a despertarte con la agradable sensación de estar estirada por una polla gruesa, tus manos inmediatamente encontraron su camino hacia su cabello. —Bebé...—respiraste somnolienta. Él gimió suavemente mientras tus resbaladizas entrañas se apretaban alrededor de él y levantó tu camisa y comenzó a chupar tu pezón como un bebé. —Lo siento, mami...—murmuró contra tu pezón. Acariciaste suavemente su cabello, haciéndolo callar. —Shh, está bien, bebé... todo está bien... estoy estoy aquí.
—Voy a correrme...— —¿ya? Por supuesto. —Choso extrañaba la sensación de estar enterrado dentro de ti, lo que lo hacía aún más sensible. —Puedes seguir adelante, cariño...—suspiraste. —Ngh...
Después de unas cuantas embestidas más superficiales, sus caderas temblaron y escondió su rostro en tu cuello, derramándose dentro de ti. Gemiste ante la sensación de estar llena y él dejó besos por toda tu mandíbula. —Gracias... gracias...
Sí, y pensó que podría durar al menos dos semanas.
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Nota 💌: Holi espero que estén bien y hayan disfrutado del escenario! Las amo <3
#chosoteamo.
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