𝘗𝘳𝘦𝘴𝘪𝘰𝘯.

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2009 - 3AM

Gustavo...

Salí aselerado de mí casa, el corazón se me apretaba, sentia que dejaba de latir, las manos me sudaban, mis pulmones estaban a un hilo de explotar, me quedaba sin aire, mi teléfono estaba apagado, no podia llamar a alguien y pedir ayuda, estaba perdido, me dolia la cabeza, tenia náuseas, iba a morir...

Torpemente corri por la calle, pegado a los edificios de la ciudad, con la mano me daba palmadas en el pecho, mi corazón, mi pobre corazón apenas bombeaba.

Vi un taxi parado a pocos metros, tome fuerza y corri hasta el, le hice señas con la mano para que pudier verme y así no se fuera.

Una vez llegue a el, me subí a la parte de atras y con problema para conjugar una oración, le dije que me llevara al hospital.

El chófer se veia un poco preocupado, me pregunto si sucedía algo, si estaba herido... No podia responder, me desorientaba fácilmente.

El camino fue rapido, el hombre entendio que necesitaba recurrir al hospital pronto. Llege, el conductor no me cobro nada, no pude agradecerle, necesitaba llegar pronto, la ansiedad me comia y la probabilidad de un infarto me pisaba los talones, sentia empeorar cada vez más.

Baje rapido del vehículo, corri hasta la entrada del hospital, estaba justo en emergencias. Sin querer empuje a un hombre mayor, cai al suelo, gracias a eso una enfermera que pasaba por el pasillo me vio en el peor estado, la mujer vino rápido hasta mi, la podia escuchar pedir ayuda para levantarme.

A pocos segundos llego un enfermero el cual me ayudo a levantarme, me sentía muy mareado, la nariz comenzó a sangrarme.

Yo ya era peso muerto.

Los enfermeros me llevaron a una habitación para atenderme de urgencia, me acostaron en una camilla y se apresuraron a atenderme. Mi corazón se detenía cada vez más, me ponía más nervioso, más palido.

La enfermera me dio una especie de calmante, la verdad no se que era.

Cerre los ojos y todo se fue.
Me habia desmayado, no duro demasiado, al despertar me reincorpore rápido para vomitar hasta no poder más.

La mujer limpio el desastre que hice junto a una de sus compañeras la cual era de las que se encargaban de limpiar.

La enfermera ayudo a limpiar mi boca, por suerte no manche mi ropa con vomito.

La mujer hablo.

- Hola, Gustavo, mi nombre es Belén... Tenés familia? Hermanos, hijos..?

Estaba callado, mirando un punto fijo en el piso.

- Permiso...- la enfermera puso sus manos en mi pecho, con delicadeza fue desabrochando mi camisa.

Mire a la enfermera con el ceño levemente fruncido, desentendido, no sabia que hacia.

- Necesito escuchar sus latidos.

Deje de mirarla, lleve mi mirada a mi brazo, sentia algo apretarme, me estaban tomando la presión.

- Cuando usted llego tenia la presión muy alta, al menos ahora esta a bajando un poco.

Aun no podia hablar, me sentía un poco débil para hacerlo.

- Usted se habia desmayado luego de caer al piso... Disculpe, consumió algo en especial que lo puso en este estado?

- No se... Quiero a mamá...

La enfermera tomo el estetoscopio y lo posicionó en mi pecho, con paciencia comenzó a escuchar mis latidos.

- Necesito que inhale y exhale.

Le obedeci, respire ondo y luego solte. Pasado unos minutos la enfermera termino su acción, me miro bastante tranquila.

- Bien... ¿Que edad tiene? ¿Cual es su nombre completo? ¿Cuando nació?

- El... Once de agosto de 1959, hace... Cuaren... Cincuenta años.

La enfermera anoto algunas cosas en una hoja.

- Lo suyo fue una sobredosis.

La enfermera hablo al respecto, me explico un par de cosas y luego me dejo ir, me recomendo ir con alguien de apoyo quien estuviera dispuesto a ayudarme si vuelve a sucederme esto.

Sali del hospital luego de una hora y media, mas o menos, camine hasta la casa de mamá, no estaba tan lejos, aun que si veía pasar un taxi no lo desaprovecharia y me iria en el. Para mi suerte justo paso uno, lo tone y fui camino a casa de mamá.

En el trayecto pensaba en que decirle, me pongo en su lugar... Que hago si mi hijo de cincuenta años llega de la nada a mi casa, todo hecho mierda y a mitad de la madrugada? Me muero!

Hable con el conductor para distraerme, el viaje se hizo corto, pero a la vez eterno, me asustaba la reacción de mamá... Aun que debe estar acostumbrada.

Llege por fin, pague el taxi y baje, camine tembloroso hasta la puerta de la hermosa casa de mamá, respiré ondo y toque dos veces, a la tercera mamá abrio.

- Gustavo..! Mi corazón...

𝙿𝚊𝚍𝚛𝚎 𝚍𝚎 𝚍𝚛𝚘𝚐𝚊𝚜 [ 𝘎𝘶𝘴𝘵𝘢𝘷𝘰 𝘊𝘦𝘳𝘢𝘵𝘪 2009 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora