Entre armas y rosas.

CAPÍTULO IX: Primera cita de Axl y Jasemine

Me fui a mi casa después de la fiesta del concierto. Estaba muy cansada y me tiré a la cama. Como una niña que acaba de recibir su primer beso, abracé la almohada y suspire su nombre. Estaba muy feliz, drogada y enamorada, también ebria pero pude dormir. Mi alarma sonó 7 horas después.

Recordé que tenía una sesión de fotos para un importante perfume. En el estudio tomé café starbucks y me peinaron y arreglaron. Sin que nadie se de cuenta aspire una línea de cocaína. Axl llegó de sorpresa. Lo abracé y acordamos vernos después de la sesión. Él tenía que ir al ensayo y se desocupaba al mismo tiempo que yo.

Terminé la sesión y me fui a bañar y arreglar lo más rápido posible. Como modelo tenía entrenamiento para cambiarme rápido. Me peine el flequillo para atrás, me puse una remera negra con mangas de encaje y un jean ajustado. Me fue a buscar y en mi lamborghini fumamos unos cigarrillos.

Llegamos a un bar y tomamos unas margaritas. Salimos del bar después de tomar como tres vasos grandes de margaritas y caminamos tomados de la mano por el paseo de la fama. Axl tenía su estrella ahí. Nos sacamos una foto juntos con su estrella en el piso. Felices y enamorados seguimos caminando. Vimos que la marca de bikini para la que posé hace un mes ya me tenía publicada. Nuestra relación era algo público desde el precioso momento en que se me declaró y nos besamos. Pasamos cerca de una florería y me dijo:
- Cierra los ojos dulce niña mía-
Los cerré respondiendo:
- ¿ Qué vas a a hacer amor?-
- Una sorpresa-

Escuché que susurró unas palabras pero no abrí los ojos. Cuando me dijo que los abriera estaba sosteniendo un hermoso ramos de rosas. Muy emocionada lo besé y agarré las rosas. No sé bien cuanto tiempo estuvimos en la cita, pero se hizo de noche.

Volvimos a mi auto y fuimos cada uno a su casa. Axl tenía un concierto en New York al día siguiente y me pidió que fuera con él. Acepté y fui a preparar mis cosas...