CAPÍTULO XVIII: Reencuentro.

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Aún amaba a Axl y al parecer él no me había olvidado, pero y no podía olvidar la falacia a la que llamó calumnia. Para olvidarlo, decidí volver a Turquía y dedicarme a ser estilista de los famosos de ahí. Renuncié a la agencia, y al poco tiempo vendí mi auto y mi casa.

En el hotel donde estaba, preparé las valijas y en un bolso de cuero guardé algunas cosas: bolsa de maquillaje, pasaporte, visa y dinero. En taxi me fui al aeropuerto, deseando salir del país pronto para ya no sufrir. Era una mujer orgullosa y difícil. Quien me amara me tenía que buscar y demostrarlo.

Cuando llegué al aeropuerto empezó a sonar la canción Patience. Creí que era coincidencia. En la fila para los boletos me puse a pensar en mi vuelta a mi país y en ver a mis amigos. La señorita de atención al cliente del aeropuerto empezó a hablar por el micrófono:
- Su atención por favor señorita Jasemine Katz, tiene un mensaje de parte de Axl Rose-

Miré para todos lados hasta que escuché la voz de Axl:
- Jas, se que no me crees y que volviste al alcohol por culpa de la falacia. Esa perra me besó por sorpresa cuando te fuiste y luego la saqué. También se que crees que no te amo y nunca lo hice, pero dejame decirte que si yo nunca te hubiera amado, me hubiera ido cuando estuviste en coma, no te hubiera propuesto matrimonio en cuanto despertaras, te hubiera engañado o dejado si no te amara... Si no te amara no hubiera peleado tanto por recuperarte éstos dos meses que no estuviste conmigo... Yo te amo Jasemine, y enserio. Éstos dos meses que no te tengo rechacé a cada chica que se me acercó, porque aún tengo la esperanza de que vuelvas a mi lado... Si me amas y me crees, por favor ve a mi casa-

Axl se fue del aeropuerto cuando terminó el mensaje. Pasaron tres minutos hasta que llegó mi lugar en la fila. En esos minutos estuve pensando en todo lo que dijo Axl. El vendedor preguntó:
- Señorita, ¿Ya sabe a dónde quiere ir?-
- Sí- respondí con una sonrisa. - Quiero ir a la casa de Axl-

Me fui corriendo del aeropuerto arrastrando mis valijas. En la calle encontré el auto de Axl en cuanto el semáforo se puso embargo rojo.
- ¡Axl! ¡Axl! - lo llamé por su nombre mientras corría muy agitada. Axl bajó del auto y sonrió.
- ¡Axl te amo!-

Llegué a sus brazos y lo besé y abracé muy fuerte. Le dije que lo amaba mucho y ese tiempo sin él fue muy difícil. Él respondió que supo lo mucho que me amaba en cuanto le entregué el anillo. Guardamos las valijas en el baúl y nos fuimos a su casa. En todo el viaje no dejé de sonreírle mientras me recuperaba de tanto correr.

Llegamos a la casa, bajamos del auto, se arrodilló y sacando el anillo de su bolsillo me preguntó:
Axl: - ¿Te quieres casar conmigo?-
Jasemine: - Sí amor- Sonreí y le acerqué mi mano izquierda para que pusiera el anillo. Una vez que lo puso se paró y nos besamos. Entramos a la casa y empezó a llover fuerte. Para alejarme del alcohol, tomamos capuchino y comimos cabsha. Salimos al patio y bailamos bajo la lluvia. Nos besamos y abrazamos bajo la fría lluvia de noviembre.

Volvimos a entrar y fuimos a la ducha. Bajo el agua cálida fuimos quitando nuestra ropa hasta quedar desnudos. Nos besamos y él con amor empezó a acariciar mi respalda, hasta llegar a mi trasero, que también lo acarició. Deslice mis manos por su cuello, pecho y abdomen, hasta llegar a su pene y empecé a masturbarlo para darle placer. Axl me sostuvo en sus brazos y dio lamidas a mis pezones erectos. Acaricié si espalda con mis uñas y le dejé un chupetón en el cuello y tres en el
pecho. Me hizo uno en mi cuello y otro en mi hombro derecho. Se agachó y con su lengua empezó a recorrer mi vagina, provocando me gemidos dulces. Una vez que me corrí en su boca, tragó los fluidos, me puso contra la pared, agarró mis piernas y las levantó rodee su cadera con ellas y el le sostuvo por la espalda. Con el preservativo puesto me penetró con delicadeza y empezó a embestir fuerte. Empecé a gemir de placer y dolor mientras daba rasguños a su espalda. Estuvo bastante tiempo penetrandome, hasta que se corrió dentro del preservativo. Se lo sacó y parecía una bolsa pequeña y pesada por la cantidad de semen . Lavamos nuestros cabellos y cuerpos el uno al otro. Hasta que estuvimos limpios.

Salimos de la ducha y nos vestimos. Me dijo que me pusiera elegante, que iríamos a una cena especial. Me puse un vestido negro hasta arriba de la rodilla. Unos zapatos de tacón dorados y me peine con ondas en el cabello. Me puse unos aros de zafiro negro y en el maquillaje resalte mis ojos. Me puse perfume y agarré un saco liviano. Axl se vistió de traje y se puso colonia.

Me tomó de la mano y fuimos en su auto a un restaurante de cinco estrellas. Ordenamos langosta y vino blanco. El servicio fue tan rápido que quedamos impresionados. Comimos mientras nos mirábamos el uno al otro. Una lograda profunda que expresaba nuestro sentimiento de amor y a la vez alegría de volver a estar juntos.

Axl: - Me dijiste que una vez fuiste engañada-
Jasemine: - Sí fue a los catorce años. Mi novio se metió en la cama con otra chica y lo perdoné. Tiempo después lo volvió a hacer y me aleje de él-
Axl: - Yo jamás te engañaré. Esa perra tiene una orden de restricción de 800 metros.-
Jasemine: - Perdón por no haberte creído-
Axl: te perdono pero olvidemos eso y disfrutemos el tiempo juntos.-

Nos besamos y ordenamos el postre. Después de comer postre nos quedamos conversando y volvimos a casa. Nos dormimos abrazados y al día siguiente le lleve el desayuno a la cama...

Entre armas y rosas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora