CAPÍTULO XVII: Los intentos de Axl por reconquistar a Jasemine.

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Mierda. Tiró la nota. ¿Esa habrá sido una sonrisa de burla o una sonrisa de felicidad? No estaba seguro.

Decidí que al día siguiente le daría una sorpresa. Me levanté temprano y fui a su casa. Le llevé un gran ramo de rosas rojas en la puerta y la letra de la canción Don't cry para que sepa que la amo. Me escondí detrás de un arbusto y esperé a que saliera. Una hora después abrió la puerta de la casa para ir a la agencia y agarró la letra, la guardó y tiró las flores. En mi auto dejó una nota. La leí. Decía: Lindas flores, pero un ramo y una canción no me harán olvidar la traición a la que llamas "calumnia". Me fui decepcionado a contarle a los chicos.

Cuando salió de la agencia la vi en el mismo bar que los chicos y yo solíamos ir. Pidió un vodka doble y lo bebió de un trago. Pidió otro... Y otro... Y otro... Slash se le acercó y se pusieron a conversar

Slash: - Hola Jas-
Jasemine: - Hola Slash... Que bueno verte...-
Slash: - Lo mismo digo... Supe que Axl y tú terminaron-
Jasemine: - Sí él y la perra de la Seymour tenían algo en la fiesta-
Slash: - Que mal Jas-
Jasemine: - De seguro ya se la cogió bien duro anoche y cada noche después de terminar-
Slash: - Pues eso no se... ¿Puedo preguntarte algo?-
Jasemine: - Sí claro, adelante-
Slash: - ¿Lo extrañas? Responde sinceramente-
Jasemine: Sí lo extraño... Pero esa "calumnia"...
Slash: - Te enteraste...-
Jasemine: - Sí pero no se si creer en sus palabras...-
Slash: - Eso depende de ti-
Jasemine: - Lo sé... Nos vemos Slash... Saluda a los chicos de mi parte...-
Pagué el vodka y me fui.

Slash volvió y me contó lo que hablaron. Lo sabía: era orgullosa y no me creía.

Al día siguiente le dejé una nota de disculpas en el espejo de su camerino de la agencia. La leyó y debo suponer que la guardó, porque no recibí nada en mi auto. Cada día intentaría algo nuevo hasta tenerla de nuevo. Con la perra Seymour fuera, me sería más fácil reconquistarla. Le llevé flores, chocolates, cartas, perfumes, hasta le cante en conciertos a los que no fue y hablé de ella en entrevistas. El que ella se hiciera la difícil aumentaba mis ganas de recuperarla, y se que ella también me extrañaba aunque se hiciera la difícil, aunque su corazón le diga que vuelva pero su cerebro diga que no, aunque esté muriendo por verme de nuevo, se hacia la difícil. Mi dulce niña era one In a millón. Eso le escribí en otra nota que le dejé. En ocasiones la espiaba por la ventana abierta y la veía llorar viendo nuestras fotos, calmar el dolor con alcohol y decir que me extrañaba.

No perdía la esperanza. Guardaba todo lo que yo le daba, pero al parecer esas frases de amor y regalos materiales no la convencían. Debía disculparme de forma más sincera que las que ya iba haciendo. Debía hacer le entender que fue una calumnia. Dos meses intemtandl recuperarla hasta que vi la entrevista en que ella anunciaba que se retiraria del modelaje para volver a su país y ser estilista. Esa era mi última oportunidad y sabía lo que tenía que hacer...

Entre armas y rosas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora