II

128 4 2
                                    

"Perfección"

TODAVÍA ESTABA ENFADADA por lo de anoche, me senté a desayunar al día siguiente. Sentí como si me hubieran roto la nariz y Gally tenía moretones por toda la cara, lo que sinceramente me hizo querer sonreír.

—Debo decir... —comenzó Mike—. Que fue bastante entretenido.

Di un mordisco a mi comida.

—Claro que sí.

Gally me miró con la peor expresión que pudo dirigirme en la vida y permaneció en silencio durante toda la comida. Algunos chicos se rieron de él y se burlaron de mí, pero cuando apareció Newt, se hizo un silencio absoluto.

—Buenos días. Hablé con Alby —explicó—. Me dijo que tenías la posibilidad de cambiar de trabajo. Solo tienes que repetir las pruebas, así que básicamente vuelves a empezar.

—¿Incluso la de los Corredores? —jadeé. Los novatos no pueden intentarlo.

—Bueno, no estoy seguro de eso, pero tal vez. —Newt se frotó la barbilla—. Por cierto, estos tíos están actuando un poco raro.

Giré la cabeza para mirar a los Constructores. Todos miraban a Newt como si fuera un maldito Lacerador. Molesta por ellos, suspiré:

—No les hagas caso.

—¡Eh, Newt! —se rio uno—. ¿Vienes a visitar a tu novia?

Sus mejillas se pusieron rojas a causa de la vergüenza.

—Ella no es mi novia.

—Muy convincente —bromearon.

—¿Esos cabrones no se callan nunca? —murmuró Newt.

Me reí entre dientes.

—Bienvenido a mi mundo.

—Bueno, me dan un miedo de muerte, la verdad —susurró—. Me miran como si estuvieran viendo a un maldito Lacerador por primera vez.

—Maldita sea esto, maldita sea aquello —imitó uno.

Me mordí el labio. Cuando se trataba de Newt podía cabrearme muy rápido. Muy... muy rápido.

—¿Quieres un poco de té británico para tu desayuno, Newt?

Mi corazón empezó a latir con fuerza.

—Aún estás hablando con el segundo al mando —espeté.

—¿Qué va a hacer? ¿Maldecir con sangre?

Me acerqué al chico y le di un puñetazo en la cara tan fuerte que le hizo sangrar por la nariz.

—¡Yo sí que te haré sangrar! —le corregí.

—¡Oye! —protestaron.

—¡Ella rompió las reglas!

—¡Sólo estábamos bromeando!

Una sonrisa se escondió detrás del rostro de Newt.

—Tenéis suerte de no burlaros de mí. Como soy el segundo al mando, tengo un papel importante en decidir qué sucederá ahora que ella rompió las reglas. Ella es amiga mía, a diferencia de vosotros... —se quedó en silencio antes de recomponerse—. Y creo que dañar mentalmente a alguien también es romper las reglas. Supongo que pasar una noche con los Laceradores también es divertido.

Escondí mi risa con una tos. ¡Sus caras estúpidas eran demasiado graciosas! Newt asintió con satisfacción, pero se fue tristemente. Probablemente ya no querría que lo siguieran molestando.

𝑮𝒖𝒆𝒓𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝑪𝒐𝒓𝒂𝒛𝒐𝒏𝒆𝒔 || 𝑮𝒂𝒍𝒍𝒚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora