𝑮𝒖𝒆𝒓𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝑪𝒐𝒓𝒂𝒛𝒐𝒏𝒆𝒔 || 𝑮𝒂𝒍𝒍𝒚

I

"Inicio"

—AY —HICE UNA MUECA cuando Jeff me sacó una astilla del dedo—. Ay.

—Ay, ay, ay, no dejará que el dolor desaparezca —espetó Gally desde atrás, imitándome ligeramente.

—Ah, cállate, Cara Patata —respondí, ya molesta con el chico—. Me pediste que te ayudara.

—¡Para llevar algo de madera! ¿Sí? Tú eres la que es tan tonta que termina llena de astillas. —Suspiró y se frotó la frente—. No puedo creer que hayan decidido que seas Constructora.

Apreté la mandíbula.

—Sí. Y yo no puedo creer que Fri no te haya cortado esa nariz todavía. Ya sabes, porque parece una maldita patata.

Su rostro se contrajo de ira mientras Jeff se reía entre dientes.

—¿Te has mirado al espejo?

—No, porque en primer lugar, no tenemos espejo —dije, levantando la mano libre y contando con los dedos—. Y, en segundo lugar, si los tuviera, me habría enamorado.

—Deja de actuar como si fueras Minho.

—Deja de actuar como si fueras una patata.

Gally no parecía una patata... simplemente su nariz era un poco grande, pero no podía cambiar nada de aquello. Sus cejas estaban extrañamente curvadas, pero eso tampoco lo hacía menos atractivo. No era el menos agraciado, tenía que admitirlo. Su cabello rubio oscuro siempre estaba rapado, lo que me hizo preguntarme quién le había cortado el pelo, ya que Gally dijo que ya llevaba un año en el Claro. Yo llevaba allí unos cinco meses, tal vez más.

Jeff se rio de nuevo.

—Val, creo que como hablas tanto de patatas, te deben de gustar mucho. Y dices que Gally es como una, así que...

—No, de ninguna manera —dije con brusquedad—. ¿Ya terminamos?

El problema era que yo era una Constructora y Gally era un Constructor. Teníamos una relación amor-odio. Sin embargo, la mayor parte del tiempo, era odio. Aunque podíamos ser agradables. Desde el momento en que aparecí en la Caja, las cosas no fueron bien entre nosotros, así que trabajar con él todos los días era terrible.

En primer lugar, ni siquiera quería ser Constructora. ¡Era terrible en eso! Pero como también era terrible en todo lo demás, y Newt convenció a Alby de que sería sexista convertirme en un Fregón, de alguna manera me convertí en Constructora.

—Ya casi termino —aseguró Jeff—. ¿Estás emocionada por el nuevo Verducho? Llegará hoy, pero tarde.

Exhalé profundamente.

—Siempre que sea chica.

Cada mes, la Caja, que era básicamente una especie de ascensor que entregaba cosas, nos traía a un chico nuevo. La mayoría de las veces un varón, a excepción mía, que era la única chica.

—Sí, espero que sea uno mejor —comentó Gally.

—¿Estamos hablando de apariencia o de personalidad? —fingí bostezar.

Sinceramente, no tenía idea de cómo era mi apariencia. Newt, mi amigo, me describió como una pelirroja con muchas pecas... algo por lo que todos se burlan de mí. La gente tenía un verdadero problema con el cabello rojo.

—Ambos —confirmó.

Me reí a carcajadas.

—Habla por ti.

Gally no respondió y se cruzó de brazos con severidad. Esperaba haberlo impresionado lo suficiente como para que dejara de molestarme y finalmente se fuera. Sin embargo, no movió ni un sólo dedo.