Después de la batalla, Hermione y Snape se fueron a un lugar seguro para recuperarse. Estaban sentados en un sofá, abrazados, cuando Snape comenzó a hablar.
"Hermione, tengo algo que confesarte", dijo, con una voz suave.
Hermione lo miró con curiosidad. "¿Qué es, Severus?"
Snape tomó una respiración profunda. "Te amo desde hace mucho tiempo, Hermione. Desde que eras una estudiante en Hogwarts".
Hermione se sorprendió. "¿Por qué no me lo dijiste antes?"
Snape se encogió de hombros. "Tenía miedo de que no me correspondieras. Y también tenía miedo de que mi pasado te alejara de mí".
Hermione lo abrazó con fuerza. "No me importa tu pasado, Severus. Te amo por quien eres ahora".
Snape sonrió, con lágrimas en los ojos. "Gracias, Hermione. Eres la única que me ha aceptado tal como soy".
Hermione lo besó suavemente. "Te amo, Severus. Por siempre".
Y con eso, Snape y Hermione se besaron apasionadamente, sabiendo que su amor era fuerte y verdadero.