Seguir Adelante

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No podía.

Simplemente no podía dejar el auto.

No podía bajar y entrar a ese lugar donde Theo también estaba. Dolía el solo hecho de pensar en el. Posiblemente no fue mucho el tiempo que estuvimos separados, pero si fue el suficiente como para lastimarme.

-Danielle...necesitas salir del auto.-Hablo Vannia abriendo un poco la puerta para verme.-Se que es difícil, demasiado, lo se, pero no quiero arriesgarme a dejarte en el auto sola y que algo te suceda.

Le di una rápida mirada. Tenia razón. Con ellos estaba a salvo. Habían demasiadas cosas en juego, y aunque entre ellas estuvieran mis sentimientos, habían otras cosas que importaban mas como estar a salvo o no morir. Tome mi mochila y baje del auto. Tome una larga respiración. Vannia paso su brazo por encima de mis hombros atrayéndome hacia ella en forma de abrazo. Sonreí un poco y después Jason abrió la puerta delante de nosotros. No era un lugar muy lujoso, era una pequeña casa de un piso color café y por dentro tenía ese toque cálido que te hace sentir como en casa. Desde donde estaba podía observar a Dean tumbarse en un sillón acolchonado y a Jason entrar a la cocina. No había señales de Theo, y no sabia si eso era algo que me aliviará o preocupara.

-¿Van a quedarse en la puerta toda la noche?- pregunta Dean desde el sillón.

Vannia lanza un bufido y me suelta para ir y acostarse encima de el. Sonreí al ver como ambos jugaban entre si.

-Valla, esta cocina tiene reservas como para un año.-hablo Jason con su cabeza enterada en el refrigerador.

-Si, y probablemente vas a terminarlas en un solo día.-escuche una voz desde el pasillo. Esa voz. Una voz que no iba a olvidar tan fácilmente.

-¿Por qué tardaron tan.....- quedó en silencio al verme. Theo estaba frente a mi. Como muchas veces lo estuvo. Pero ahora era diferente. Sus ojos recorrían mi rostro y de pronto todo pareció quedar en silencio. Era como si solamente nosotros dos estuviéramos ahí dentro. Ninguno de los dos parecía tener algo que decir. Podía sentir las lagrimas quemándome los ojos pero no iba a llorar frente a el.

-¿Alguien tiene hambre?- pregunta Jason rompiendo el incómodo silencio. Nadie contesto.-Yo...um iré a preparar algo de cenar.

-Yo te ayudo.-contestó Vannia.

-Yo también.-Dean se puso de pie y tomo la mano de Vannia. Los tres desaparecieron en la cocina dejándonos a Theo y a mi solos. No sabia que decir o hacer. Solo me quede de pie frente a el con la mirada recorriendo el lugar, tratando de no encontrar sus ojos.

-Danielle...-hablo después de lo que pareció una eternidad. Trato de acercarse a tocar mi brazo pero lo retire bruscamente. Pude ver el dolor atravesar la mirada de Theo. Tal vez y el no esperaba que yo reaccionara de esa forma. Tal vez él esperaba que yo corriera a sus brazos y fingiera que nada de esto había pasado.

-¿Podemos hablar?- preguntó aclarándose la garganta.

-¿No es demasiado tarde para eso?- contestó bruscamente. Lo veo a los ojos y pude sentir las lagrimas llenando los míos. Tenía tanto por gritarle por reclamarle por decirle y ninguna palabra parecía querer salir.

Nos quedamos de nuevo solo en silencio. Mirándonos el uno al otro. Sus ojos recorrían mi cabello, mi rostro, como si quisiera grabar cada una de estas partes en su memoria. Yo observaba el rastro de barba que se dejo crecer. Lucia mas mayor y maduro.

-Chicos.-interrumpe Vannia cuidadosamente.-La cena esta lista.

Despego mi mirada de Theo y camino hacia el comedor donde Dean y Jason ya se encontraban sentados. Tomo asiento y Theo lo hace justo enfrente de mi. La cena paso en silencio, solamente se escuchaba el ruido de cubiertos contra platos. Ni una sola palabra por parte de alguno de nosotros. Desearía poder decir que la mirada de Theo estaba quemándome y que no dejaba de observarme pero no fue así, la mantuvo siempre baja. Como si fuera un castigo el mirarme. Ayude a Vannia y a Jason a llevar los platos y cubiertos al lavaplatos y después tome una de las habitaciones. Necesitaba descansar y alejar a Theo de mi mente pero era imposible.

3:00 am y aun no puedo dejar de pensar en el. Es como si simplemente no quisiera desaparecer de mi mente. Salgo de mi habitación a buscar un vaso de agua. Los vasos se encuentran en la repisa mas alta y batallo un poco para alcanzar uno. Una mano se apoya en mi cintura y otra baja el vaso por mi. Mi respiración es entrecortada y se que es Theo quien me ha ayudado.

-Aquí tienes.-deja el vaso en mi mano la cual está temblorosa.

-Um gracias.-murmuro y por un momento odio que esto se sienta tan distante. Como si fuéramos dos extraños.

-¿Tampoco puedes dormir?- pregunta frotándose los ojos. Luce despeinado y su camiseta de dormir esta algo Levantada por lo que puedo ver su abdomen.

-Creo que no.-hablo en voz baja mientras tomo mi vaso de agua.

Me pongo de espaldas para dejar el vaso en el lavaplatos y cuando me doy la vuelta Theo esta a solo centímetros de mi. Su respiración sale entrecortada y si tan solo me acercara un centímetro más podría besar esos labios que tanto he extrañado.

-Te vez tan diferente.-acaricia con una mano mi cabello.-¿Que ha pasado con mi pequeña Danielle?

-Fue abandonada y después secuestrada.-contestó en un hilo de voz.- Para después ser rescatada por su mejor amiga en lugar de....-me quedo en silencio. El sabrá a lo que me
Refiero.

-Si yo te rescataba iban a matarte.-contestó a la defensiva.

-No te estoy pidiendo que lo hubieras hecho. Ya paso. Me rescataron. No estuviste ahí.

-Nunca quise que esto pasara....-susurro cerca de mi rostro.

-Pero paso.-conteste alejándome de el.-Tu decidiste alejarme de tu vida y eso hice.

-Danielle...

-No Theo, yo seguí adelante, te necesite en tantas ocaciones y jamás estuviste ahí. Si yo puedo continuar sin ti tu también puedes hacerlo.-esto último lo dije al borde de las lagrimas. Un poco mas y estas saldrían mojando todo mi rostro.

-El caso es que yo no quiero continuar sin ti.-me acerco a el.-no otra vez.

-Eso hubieras dicho hace dos meses atrás.-conteste entre lágrimas.-pero no lo hiciste.

Me aleje de el y corrí hacia la
Parte de afuera. Podría llorar toda la noche y se sentiría como si pudiera llorar toda mi vida. Dean se encontraba afuera fumando un cigarrillo.

-Veo que ya han hablado ustedes dos.-señalo hacia la casa.

-Me asustaste, no pensé que habría alguien afuera a estas horas.-contestó tomando asiento a su lado.

-Suelo fumarme un cigarrillo cuando tengo insomnio.-le da una calada a si cigarro.-El de verdad te ama. Puede que se haya portado como un imbecil pero en realidad lo hace por que le importas. El no suele dejar a las personas entrar en su vida. Tu ya estas dentro y va ser muy difícil que salgas de ella.

Siento mi corazón apretujarse. Amo a Theo. Aun lo hago. Pero han sucedido tantas cosas como para pasarlas por alto. Pero en este rumbo que tomamos la vida es mucho mas corta. Tal vez mañana estemos tal vez no. Y ese es mi mayor miedo: perder a Theo.

-¿Quieres?- pregunta Dean ofreciéndome su cigarrillo.

-No fumo.

-Valla, de lo que te pierdes.

Sonrío y después me despido de el con la excusa de que tengo sueño. Mientras voy de camino a mi habitación pienso en lo que Dean me había dicho. Mi puerta esta justo al lado de la de Theo. La mía a la izquierda la de el a la derecha. Tomo un suspiro y decido tomar mi camino hacia la derecha.

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