Capítulo 5

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Martin volvió a leer la última frase que había escrito y la tachó. Se volvió a enfadar con él mismo por ser incapaz de escribir una simple estrofa. No quería volver a presentarse delante de Juanjo con cara de perdido, quería ser capaz de enseñarle algo.

Tiró el boli y se pasó las manos por la cara, cansado. Miró el móvil y vio un mensaje de Ruslana

"¿te vienes al rincón hoy? vamos a ir después de cenar a tomar algo"

"El Rincón" era el nuevo sitio de moda para ir de cervezas en Madrid, un pequeño bar que abría hasta tarde y en el que no podías mantener una conversación debido al volumen de la música. Martin dudó ¿un domingo después de cenar?

"qué se te ha perdido ahí un domingo Rusli? No podemos quedarnos en casa viendo una película???"

La respuesta de Ruslana llegó rápidamente

"noooo, hemos quedado con Bea, viene Kiki, viene Violeta...no puedes faltar, hace mucho que no la vemos"

Martin suspiró

"vaaaale, nos vemos allí entonces"

Antes de bloquear la pantalla, un pensamiento intrusivo que llevaba evitando todo el día le ganó. Abrió Google y escribió "Juanjo Bona". Martin se quiso convencer de que estaba buscándolo por temas laborales, quería saber con quién iba a estar trabajando toda la semana siguiente...las primeras páginas eran links a diferentes perfiles profesionales de él, alguna foto de sus redes sociales, pero poco más. Martin se preguntó cómo había llegado a estar componiendo para grandes artistas.

Clicó en uno de las primeras páginas, que lo llevó a un perfil personal con algo parecido a un curriculum. Leyó entre líneas y sacó varias cosas en claro:

1. Juanjo era de un pueblo pequeñísimo de Zaragoza y se había mudado a Madrid hacía 5 años.

2. Juanjo estudió hasta tercero de ingeniería naval.

3. Juanjo lleva trabajando con Paul 1 año y medio.

4. Juanjo ha escrito canciones para gente muy grande.

5. Juanjo cantaba ¿JOTAS?

Al encontrar esta última información Martin quiso saber más y volvió a buscar su nombre "Juanjo Bona jotas". Esta búsqueda le llevó a un canal de YouTube que parecía hecho por un fan (un poco más tarde se dio cuenta de que era de su padre) y no pudo parar de reproducir videos hasta que se acabaron.

En el transcurso de los videos, Martin pudo ver muchas etapas de Juanjo: de muy pequeño, de preadolescente e incluso, videos que tenían fechas de hacía solo 2 años. No pudo evitar emocionarse al verlo cantar, no solo tenía una voz espectacular, sino que tenía una manera de expresar las canciones que era muy difícil de imitar. Juanjo le parecía magnético, no podía apartar la mirada y Martin acabó planteándose por qué el otro no estaba sacando su propia música, si tenía muchísimo talento.

Martin dejó el móvil a un lado y suspiró, aún pensando en el maño. Empezó a mirar a su alrededor buscando algo, pero no tenía claro el qué. Se acercó a la pared y pasó la mano por encima de las fotos que tenía ahí colgadas; de sus hermanos, de la playa cerca a su casa, sus padres, sus amigos de Bilbao...paró la mirada en una foto que le había hecho su hermana justo antes de que se mudara a Madrid a estudiar arte dramático. En la foto salía él desenfocado, corriendo por la playa a la que siempre iba con su familia. El color de la arena contrastaba con el del cielo, de un azul intenso. Pensó que en los cuatro años que llevaba en Madrid, nunca se había sentido como se sentía en su tierra.

Cogió la foto y se sentó en su escritorio otra vez, cogió un rotulador amarillo y escribió en el reverso

"todavía noto el calor de mi piel"

Suspiró, repasando con la mirada cada letra de la frase y tocándola con sus dedos. No sabría si eso llevaría a algo, pero tenía que empezar por algún sitio. Guardó la foto en la libreta que utilizaba para escribir lo que se le pasara por la cabeza y se empezó a sentir cansado. Sin darse cuenta, se encontró tumbado en la cama cerrando los ojos, volviendo a recordar cómo la voz de Juanjo cantando le había producido un calor en el pecho desconocido para él.

Un balanceo el la cama le hizo despertarse sobresaltado.

-Martin my God, wake up!

Chiara estaba encima de él zarandeándolo y hablando muy rápido

-¿qué pasa? ¿qué hora es? – preguntó aturdido e intentando sacarse a Chiara de encima – Kiki! para!

Chiara se paró a su lado, con los brazos en jarra

-Son las nueve y media. En 15 minutos estoy saliendo por esa puerta, si Rusli se enfada contigo no me hago responsable ¿qué haces durmiendo a estas horas?

A Martin le pareció estar escuchando a su madre riñéndole

-ay, que me he quedado dormido, no seas tan intensa Kiki! – se giró, dándole la espalda y poniendo la almohada en su cabeza – he cambiado de idea, mejor me quedo, mañana tengo trabajo

Chiara le pegó en la espalda

-de eso nada – cogió la almohada y la tiró a un lado – tú vienes, todos tienen ganas de verte

Martin gruñó y suspiró antes de levantarse

-Vale, pero no voy a pasármelo bien – sentenció, ante una media sonrisa de la chica – hacéis conmigo lo que queréis – se quejó y se movió hacia el armario para buscar algo que ponerse – ...no pienso esforzarme en ir guapo tampoco! Paso de vosotras

Chiara soltó una carcajada y le pasó la mano por la cabeza, despeinándolo aún más

-whatever Martin, en 10 minutos te quiero ver en la puerta – anunció, saliendo de la habitación y dejando a un Martin muy picado y con cara de dormido

Martin pensó que no iba a poner ningún tipo de esfuerzo en arreglarse, total...sería su grupo de siempre.

In between the lyrics - Juantin OT 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora